Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
OAXACA, Oax. 26 de junio de 2015.- Aunque en las filas del priismo oaxaqueño prevalece un optimismo desbordado sobre su regreso a la gubernatura para el 2016, los datos duros sobre las elecciones locales del 2010 y 2013 y los que se registraron en las recientes elecciones federales arrojan otras conclusiones.
En la elección de gobernador del 2010, la coalición Por la Transformación de Oaxaca (PRI-PVEM) obtuvo 613, 651 votos, de los cuales 575,326 correspondieron al PRI. Esta cifra descendió en forma considerable para las elecciones locales intermedias cuando sus candidatos a diputados locales sumaron 443,204 . Y en la reciente jornada electoral federal tuvo una nueva caída al sumar solamente 295 mil votos. Es decir, en cinco años ( y con dos elecciones de por medio) la votación global del PRI se redujo en promedio a un 48 por ciento.
Sin duda que para el 2016 esta última votación se incrementará por tratarse de elecciones locales concurrentes, sin embargo, y aun llevando nuevamente como aliado al PVEM, y probablemente al PANAL, difícilmente recuperará los votos perdidos, primero porque no son gobierno en Oaxaca y, segundo, porque las señales que hasta ahora ha enviado el priísmo nacional no parecieran apuntar a un interés “de Estado” para recuperar la gubernatura.
No es el caso de los partidos que en el 2010 se coaligaron y que ahora podrían nuevamente repetir el experimento pero bajo un nuevo modelo y necesarios reacomodos. Aunque la tendencia de votación del PRD de 2010 a la fecha también ha ido a la baja, pero no en la proporción registrada en el PRI o en el PAN, los resultados y el posicionamiento que ahora logró ( 208,826 votos y cuatro diputaciones de MR) han creado un ambiente propicio para que la dirigencia estatal oriente sus esfuerzos y objetivos a la construcción de una gran alianza electoral y a la definición del perfil y trayectoria del candidato a gobernador. Si con la fuerza electoral hasta ahora acumulada el PRD logra constituir una amplia coalición con MORENA, el PAN, PUP y PSD , se colocaría eventualmente en un escenario de triunfo si tomamos como referencia únicamente la suma de votos ya asegurados con la última elección federal y las que necesariamente tendrían que proyectarse y multiplicarse con la unión de cuatro o mas partidos competitivos.
Sin embargo, la postura de la dirigencia nacional de MORENA es que no irá en alianza con el PRD ni para el 2016 y tampoco para el 2018. Y, huelga decirlo, mucho menos con el PAN. Yquien si iría solo nuevamente es el partido Movimiento Ciudadano, tal como ocurrió en esta elección federal.
MORENA obtuvo en su debut en Oaxaca 137 mil votos, colocándose así como tercera fuerza electoral . Por lo mismo su integración a una coalición antipri podría facilitar que el bloque partidista que promovió la primera alternancia en el poder ejecutivo en el 2010 incremente sus probabilidades de garantizar la continuidad de un gobierno pluripartidista.
Sin embargo en el escenario de una coalición electoral en donde solamente participen PRD, PAN y PSD el probable triunfo podría estar en riesgo pues bajo estas condiciones se estaría frente a la eventualidad de un tercera en discordia, es decir, de una tercera coalición que podría impulsar MORENA y sus aliados que, como se advierte, además del PUP, fundamentalmente serían las organizaciones sociales, con la sección 22 del SNTE por delante ,siempre y cuando su dirigencia modifique su postura maximalista de calificar las elecciones como un fraude.
En un escenario de tercios, es decir de tres coaliciones electorales competitivas, la moneda estaría en el aire.
En conclusión, en esta primera aproximación de escenarios de la sucesión gubernamental, queda claro que si el PRI mantiene su tendencia descendente en votación global –similar a a la nacional-llevar como aliado solamente al PVEM para el 2016 le puede significar la derrota. En cambio, para el PRD y potenciales aliados coaligarse puede representar una nueva oportunidad para conservar la gubernatura, siempre y cuando MORENA no tome otro carril.