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OAXACA, Oax. 21 de septiembre de 2015.- Dicen los que saben que después del kilómetro 35 es cuando las piernas flaquean, la respiración ya es difusa, el cuerpo está totalmente deshidratado, pero es en ese instante en donde el corredor pone a prueba su fuerza mental.
“Es casi automático, me pongo las gafas, me concentro en el objetivo principal: cruzar la meta”, comenta Amelia García al equipo de Territorio Score en una entrevista.
Amelia García García, doctora de profesión, maratonista por antonomasia, con la emoción en la voz, con una mirada que da la impresión que viera ese instante en que llega al km 35, sus recuerdos viajan hacía la gente que la espera en Oaxaca, que la ve entrenar diariamente, del bosque de “El tequio”, de su entrenador –el profesor Reynaldo Hernández–, quien siempre le menciona la gran fortaleza mental que posee.
“Esos ¡vivas!, los gritos ¡Amelia tu puedes!, eso es lo que ronda en mi cabeza, sin perder el braceo, con la frente en alto esperando la oportunidad de cruzar la meta”, ahí en ese re-embobinar la cinta pasan la imágenes de los maratones que ha corrido: Los Ángeles, Nueva York, Boston, Hartford “en ese momento no es sufrimiento es gozo de logar una vez más el objetivo que he trazado terminar una maratón 42km 195metros.
EL MARATÓN EN LAS VENAS
La Doctora Amelia como la conocen el mundo del atletismo oaxaqueño es la única mujer oaxaqueña que ha corrido dos de los maratones más importantes del mundo “Majors” como se le conoce: Nueva York y Boston, además de haberlo corrido el de Los Ángeles en tres ocasiones y Hartford, éste último es donde dio la marca para poder correr Boston.
Su marca actual es de tres horas 41 minutos y 35 segundos, con ese “crono” Amelia García pudo correr Boston, el más antiguo de los maratones del mundo, ahora el primer paso es quitarle a ese tiempo 01’35”, dejarlo en 3:40’00”, lo que ha representado casi un año de trabajo, y esto empezó una vez que se concluye Boston.
Para quienes corren de manera metódica, disciplinada, pero sobre todo seriamente, saben que bajar ese tiempo es mucho trabajo, y ese camino está la Doctora, quien como lo ha expresado en diversas oportunidades en a los de medios de comunicación: correr para mí es un pasatiempo.
Pero no por ello se le tiene que quitar seriedad, hay que programar los entrenamientos; uno de los sueños de la Doctora era asistir a Boston, subir al pódium, sin embargo lo que nunca imaginó es que corriera por primera ocasión en mi vida bajo la lluvia, lo cual complicó el desarrollo de la carrera, ya en el Km37, lo que traía en mente era llegar el punto en donde su hija le entregaría la bandera para poder cruzar la meta.
Si no hubiera regresado la Doctora estaría arrepentida, cruzó la meta feliz, expresándolo con una amplia sonrisa, claro ese regreso le sumó tiempo, el cual –obviamente– sería mejor, pero correr con la bandera en hombros es algo indescriptible.
Iba tan ensimismada que pasó el punto y ya casi 500 metros después escuchó el grito de su hija: ¡mamá la bandera!, así que regresó, ya envuelta en el lábaro patrio, con la finalidad de haber cumplido un reto más
FORTALEZA MENTAL
Las incidencias en ese maratón fueron muchas, elementos fortuitos que mermaron el desempeño de la carrera, pero medraron en el ánimo de la Doctora, frío, lluvia, correr con chamarra para protegerse de las inclemencias del tiempo, pero la fuerza mental era tal que no había motivos para renunciar.
¿Y en qué momento se construye esa fortaleza?
Ante la adversidad corres con la mente, y empiezas a construir esa fuerza desde que inicias a trabajar con tu proyecto, desde ahí, no es en una semana o en dos o tres días antes, se revisa el calendario de entrenamiento, los cuales en este instante que se acerca de nuevo Hartford son ¡durísimos!, por lo tanto no se pueden dejar las cosas a la ligera y menos decir que en unos días puedes mentalizarte para una competencia de tal magnitud.
Esa mentalidad ahora tiene que ser más sólida, Amelia García García está por incursionar en una nueva categoría Veteranas Plus, sesenta años y más, por lo tanto tiene que cuidarse más y tener mesura en los entrenamientos.
“Ya estoy proyectando que para el 2016, en febrero entraré en la lotería, estoy segura que obtendré ese número y para el 10 de octubre llegaré a Chicago bien entrenada, para hacer lo mejor en esa maratón.
La Doctora Amelia cuando cumplió medio siglo de vida decidió “celebrarlo” corriendo 50km, ahora que está a punto de llegar a los 60 se le preguntó que si iba a “festejarlos” de la misma manera, “tal vez cuando no sabía nada del atletismo lo hubiera planeado, pero estoy en la postura de no hacer cosas tan descabelladas, ahora el plan es hacer un medio maratón para mis 60 años de vida”, señaló.
Pero no todo se trata de calzarse los tenis, portar la ropa de corredora, sino que la Doctora Amelia va más allá, tiene en planes inmortalizar sus vivencias en un libro, el cual está previsto para el 2016 o 2017, lo cual se suma al documental que produjo y que narra su travesía al maratón de Los Ángeles.
¡HARTFORD!
El próximo dos de octubre, sí: ese que no se olvida, la Doctora Amelia García viaja a Hartford para correr el 10 de octubre por segunda vez la maratón de esa ciudad.
Antes de inscribirse se le preguntó que si deseaba entrar a la ‘rifa de marcas’ en donde existe un premio, “en mi categoría 55-59 años, –yo correré con 59 años dos meses–, exigen cómo mínimo 03:30’00” y como ya lo dije mi crono es de 03:41’35”, no veo tan lejano en hacer el tiempo que piden, pero sería dedicarme 100% al atletismo, lo cual es imposible, porque amo tanto mi profesión que no la dejaría por nada”.
Y es que al ser de profesión Médica General, la Doctora Amelia aporta a lo que es su entrenamiento, ella estudia sobre los planes de entrenamiento, “la alumna tiene que ser disciplinada para poder llegar al triunfo, tiene que haber cuidado en la alimentación, la planeación de las sesiones en carrera en gimnasio, y finalizar al cruzar la meta”.
Desde el inicio de cada proyecto que se plantea – así lo denomina la Doctora a cada carrera–, hay que practicar, así como se incrementa la intensidad física debe ser proporcional la buena alimentación, los que saben del deporte dicen que es necesario ensayar en el cuerpo y practicar la rutinas de alimentación, así como las de entrenamiento”.
En resumen si trabajas y pones bien claras tus metas, se logrará lo que se propone.
A UN MAJOR NO SE VA A PASEAR
Correr no es una ‘fiebre’ y un maratón menos, por lo que a un maratón como el de Boston, Chicago o cualquier otro no se va a pasear, hay registros para saber contra quien corres; primero para estar ahí tienes que tener la marca, entrar a una lotería, en donde puedes ser apto para correr en esa prueba.
Y claro está implícito el buscar ganar, no sólo bajar tiempos “yo quiero ganar, así como ocurrió en el 2013, cuando logré la marca para ir Boston –que era mi sueño dorado–, me preparé aún más, pero antes de asistir tuve la oportunidad de conocer la ruta, claro no el día que corrí Boston no imaginé las condiciones climatológicas.
“Ahora que voy a Hartford voy ya voy mentalizada de todo lo que puede ocurrir, desde un frío intenso, lluvia, viento, la meta es ir, disfrutar al máximo, bajar la marca, y si existe la posibilidad volver a calificar a Boston”.
EL MARATON, UN PROYECTO
La vida es única, el maratón es un proyecto que te planteas, lo puedes terminar o no, pero el abandonar no está en el glosario… “lo que me planteó lo consigo”, así lo asegura la Doctora Amelia, “nunca ha sido mi proyecto abandonar algo de lo que tenga que hacer, no sólo un maratón y más cuando se han con gusto, nadie te obliga”.
Además “La Galena” ha entrado a una fase en la que ya no corre al mismo ritmo de antes, por ejemplo ha dejado de correr en pavimento, las rodillas empezaban a resentir el impacto, las sesiones de entrenamiento los cambió a sitios de terracería, donde es menos el impacto para las articulaciones.
Existe la posibilidad de no bajar el tiempo, no calificar, para ello la Doctora señala que hay que estar siempre con una mente positiva, analizar el fin de por qué haces deporte, cuál es la finalidad. “Sí lo estamos haciendo por salud, qué es lo que se tiene que hacer: habrá que descubrir dónde está la falla, porque nos trazamos una barrera antes del inicio de la competencia, si el medio donde no competimos no era el ideal o en el último de los casos sólo hacemos “atletismo de exhibición” cuando deberíamos construir un programa proyectado para un maratón si esa es la finalidad o el punto final de nuestro proyecto”.
Claro si es por exhibición o negocio las cosas cambian automáticamente, señala la Doctora Amelia, el panorama es distinto, pero si quiero estar en la elite, tener el objetivo de lograr un buen sitio, entonces hay que cuidarse en todos los aspectos, no solamente participar en las “carreras callejeras”, no por el hecho de estar en un buen momento físico se tiene que estar en todas las atléticas, porque eso denota que no existe un proyecto.
LA SATISFACCION
No siempre se logra el objetivo trazado, sin embargo el tener salud, poder correr ya te deja secuelas inolvidables “no soy diabética, hipertensa, ¡nada!, pero si tengo que cuidar las lesiones que se puedan presentar por la edad que ya tengo, como médico debo predicar con el ejemplo, entonces cuando te traces participar en una carrera de fondo es vital la positividad de tu mente para poder triunfar, si no existe ese positivismo aún seas el de mejor récord, puede que ser que no logres el objetivo trazado aunque cruces la meta”.
Uno de los consejos, en este caso se valen al venir de una doctora, se recomienda que antes de empezar con una actividad física se tiene que hacer un “chequeo” médico para saber si está apto, no se trata de empezar a correr sólo para bajar de peso, no así no funciona, hay quienes tienen factores de riesgo predisponentes que no le permitirán desarrollar una actividad física, por esa razón se tiene que hacer el estudio médico.
La valoración empieza con los estudios de laboratorio en donde descubrirás tus niveles de lípidos, triglicéridos, colesterol, glucosa, la química sanguínea, tener un electrocardiograma y saber si mi “máquina” (corazón) está al 100, sí ya tengo esos estudios y me mantiene la “fiebre” de hacer una actividad.
Podrán decir que sale caro esos estudios, pero lo que se busca es mejorar la salud y esa no tiene precio. No se concibe que se gaste tanto en calzado, u otros implementos para correr, pero en cuidar tu salud no.
“Es más si quieres estar seguro tienes que hacerte una prueba de esfuerzo, si se aprobaron los estudios de laboratorio, el electrocardiograma entonces si ya hay luz verde, porque ya puedo empezar mi actividad física, y ver qué capacidad se tiene para determinada tipo de carrera, primero hay que empezar a trotar”.
15 AÑOS EN 17 MINUTOS
Hace 15 años Amelia García García hizo mancuerna con el Profesor Reynaldo Hernández, su entrenador, recientemente trabaja en el gimnasio AB Muscle en donde Abel Valencia le pone las rutinas para fortalecer los músculos de ese lejano 2000, su primer major en Nueva York, su participación en Los Ángeles, Hartford y Boston, las cientos de carreras en Oaxaca.
La emoción le gana, la voz se le quiebra, porque sabe que el atletismo es parte de su vida “sin duda me dado un lugar en la sociedad, entonces una de las características por las que me he identificado es por la disciplina ante las indicaciones de mis entrenadores, claro cuando empecé a correr tenía 44 años, mi capacidad ya no es la misma ahora que casi cumplo 60.
De las tres horas y 24 minutos del 2003 a las tres horas 41 de Boston, esos casi 17 minutos encapsulan miles de historias, “creo que tengo más experiencia, hoy tengo mejor marca que cuando empecé a correr, inciden muchos factores, lo que no ha cambiado es que siempre busco el triunfo”.
“Agradezco a Dios que me haya dado esa oportunidad de poder atender al enfermo, de poder devolverle la salud, a mi consultorio llegan personas en estado grave, tengo que ser precisa en su atención, esa facultad de atender a las personas me la dio Dios, todo lo que hago me concedió, sin duda el atletismo es mi vida”.
En 15 años al hacer memoria los recuerdos pasan en cámara lenta, todo se enmudece, la línea final está cerca, lo que he trabajado, lo que ha entrenado está a punto de dar frutos… cruzar la meta y nunca renunciar esa palabra está fuera de glosario de la Doctora Amelia García.