Que los libros regresen para que sean leídos por otros ojos: Rivera Garza
OAXACA, Oax. 15 de octubre de 2015.- Una exposición iconográfica, música istmeña y poesía zapoteca, son los ingredientes de una interesante velada que se efectuará este viernes 16, a partir de las seis de la tarde en la Casa de la Cultura de esta ciudad, para recordar al doctor en estudios mesoamericanos, escritor y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Víctor de la Cruz, fallecido el pasado 9 de septiembre.
En la antevíspera de los cuarenta días del deceso del intelectual juchiteco, y con la presencia de sus familiares, participarán en el acto: el trovador Feliciano Marín, el guitarrista Jose Hinojosa y la intérprete ixtepecana Ariana, así como los escritores Manuel Matus, Esteban Ríos y Natalia Toledo, manifestó Jorge Magariño, director del Instituto de Cultura Zapoteca a través de un comunicado.
Explicó que la iniciativa del homenaje, generada por el Instituto, se realiza en coordinación con la Casa de la Cultura y con el apoyo, tanto de la viuda del escritor, Isabel Blas, como de los hijos: Guiexhuuba, Daniel y Mudubina de la Cruz Blas.
El poeta Jorge Magariño detalló que en la exposición se podrán apreciar fotografías de diversas épocas de la vida de Víctor de la Cruz y crónicas de los periodistas Ernesto Reyes y Claudio Sánchez, lo mismo que un texto del escritor David Huerta, enviado exprofeso para esta muestra. Se incluirán –dijo- ejemplares de los libros del investigador juchiteco y de la revista Guchachi’ reza, que en este año cumplió cuatro décadas de la publicación de su primer número.
Víctor de la Cruz ingresó en 2011 a la Academia Mexicana de la Lengua, como miembro correspondiente; al año siguiente recibió la distinción de Hijo predilecto de Juchitán; antes, en 1993, le fue otorgado el premio Nacional Nezahualcóyotl para escritores en lenguas indígenas.
Entre sus obras literarias destacan: Primera voz (1968), Los niños juegan a la ronda (con ilustraciones de Francisco Toledo (1974), Cuatro elegías (1979), Dos que tres poemas (1979), En torno a las islas del mar océano (1983), y la que es considerada como su mayor contribución para el conocimiento y difusión de la poesía zapoteca La flor de la palabra (1999).