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OAXACA, Oax. 15 de octubre de 2015.- Ante la introducción de alebrijes maquilados, algunos chinos y otros con una técnica de producción masiva, los artesanos oaxaqueños han disminuido sus ventas.
Santiago, un hombre de Arrazola, Xoxo que se dedica a la elaboración de alebrijes, considera que esto es en parte por el desconocimiento que se tiene del proceso de una artesanía.
Algunas piezas, dijo, para salir al mercado se llevan unos 5 meses y a las personas se les hace caro el precio, prefieren pagar algunas de menor precio que no tienen el mismo proceso.
Para un alebrije original, primero hay que elegir la madera, encontrar la forma y hacer el tallado. El proceso de secado tarda unos 3 meses y si la madera es verde, como hay que trabajarla en la forma tradicional, el tiempo es más.
“Tiene que deshidratarse para poder lijarla, cubrirla con yeso blanco si tiene algunos desniveles, y después se baña con gasolina, para que no le entre la polilla”.
Después viene el proceso de elaboración de las piezas. Es el momento de la creación de los artesanos, que dan vuelo a su imaginación trabajando figuras extraordinarias.
En este proceso participan niños desde los 10 años, a veces son empresas familiares en la que todos los integrantes contribuyen.
Las mujeres, por ejemplo, han ido en los últimos años tomando su lugar en el pintado; aunque los hombres también lo hacen, es más una labor de las mujeres.
Las piezas van surgiendo conforme a la imaginación y el tiempo que le dediquen a cada una, sin embargo, en el mercado tardan también para que se las lleven.
Santiago menciona que para una pieza, de mediano tamaño, la inversión es de 200 pesos aproximadamente y a veces las personas no la quieren pagar en 250 pesos, que es el precio que se pide.
Consideró importante que más personas se acerquen a conocer cómo se elaboran los alebrijes para que puedan valorar lo que es una artesanía oaxaqueña y saber distinguirla de piezas que se hacen en forma masiva y que están invadiendo incluso el mercado oaxaqueño.