Respuesta a la violencia e inseguridad
Fundamentos
OAXACA, Oax. 22 de octubre de 2015.- La ciudad de Oaxaca como todas las capitales o municipios importantes de los estados, vive y sufre el fenómeno de que las demandas sociales superan las capacidades técnicas, de infraestructura y presupuestales de los gobiernos municipales.
Sin embargo, también tiene la característica de que, por ser la ciudad donde residen los poderes del estado, es el Ejecutivo estatal quien le resuelve en un 70 por ciento las tareas que al resto de los 569 municipios les son propias y tienen que atender solos.
En cuanto a la infraestructura de la ciudad capital, por ser un polo de atracción para quienes viven en el interior del estado porque aquí están las universidades, fuentes de empleo, los poderes del estado, etcétera, también su crecimiento poblacional desborda la capacidad de establecimiento de esa migración.
Es ahí donde se producen los cinturones de miseria, los servicios insuficientes, las deficiencias en obras, la falta de seguridad pública, la precaria atención a la salud; es decir, el presupuesto no alcanza para atender esta demanda social. Ese es el planteamiento del problema, digamos, natural de la falta de atención a las necesidades de la sociedad que vive en la capital del estado de Oaxaca.
La ausencia de planeación y desconocimiento de mecanismos legales así como la falta de imaginación por parte de quienes gobiernan tanto el estado como el municipio, agudizan la problemática.
En el olvido quedaron los resultados de los foros que se realizaron en las regiones del estado y en esta ciudad para planear el desarrollo de Oaxaca. No se observaron propuestas de planeación metropolitana que en su oportunidad se plantearon al Ejecutivo del estado. Menos se reconocieron los esfuerzos de la organización legal de los ayuntamientos del sur de la ciudad de Oaxaca que suscribieron el 21 de enero de 2013 en la Villa de Zaachila los municipios de San Pedro Ixtlahuaca, San Antonio de la Cal, San Bartolo Coyotepec, La Ciénega Zimatlán, Santa Cruz Xoxocotlán, Ánimas Trujano, Trinidad Zaachila y San Raymundo Jalpan.
¿Qué plantean los esfuerzos legales de este ejercicio de planeación y asociación de los gobiernos municipales de esa época? Nada mas y nada menos que Planeación del Desarrollo Metropolitano de la zona sur de la capital del estado. Que el gobierno estatal volviera los ojos a esa zona de nuestro estado para prever soluciones a los problemas que se presentan con el crecimiento demográfico, visualizar zonas de equipamiento y resolver asuntos como la escasez de agua; planeación para el futuro con visión de estadistas.
Sin embargo, nadie recuperó estos esfuerzos, ganan los acuerdos en lo mediato, es mas importante satisfacer las inversiones particulares, y problemas que no lo son, anuncien derrotas, que cuestan al erario público mas de siete millones de pesos.
¿Saben qué podrían haber hecho ayuntamientos como San Antonio de la Cal, Zaachila, Cuilapam o cualesquiera de los 570 que tiene nuestro estado con esa cantidad? No lo sabremos nunca, porque ese dinero se gastó en una Consulta Ciudadana en el municipio de la ciudad capital para ver si la sociedad estaba de acuerdo en que se hiciera en el Cerro del Fortín un Centro de Convenciones, que por sus características y dimensiones no sería mas que un simple auditorio.
Hay razón en quienes rechazaron que se hiciera en ese lugar el llamado Centro de Convenciones, pero también existe la necesidad de que Oaxaca tenga ya un espacio con dimensiones y características necesarias para que se convierta en un destino capaz de albergar diversos tipos de reuniones y con infraestructura hotelera para garantizar la eficiencia de la ciudad en estos eventos.
Pero tampoco es esa la cuestión de fondo, es por tanta miopía en la ejecución de obras, como el distribuidor vial de cinco señores que tiene y tuvo tanta oposición y al final cambió su diseño original y tardó tanto tiempo en ponerse a funcionar. Ahora otra obra, que causa tanta revuelta, cambia su original idea, los frentes fueron los mismos, encabezados ambos por los mismos personajes. Ahí hay una razón de vendetta, algo se deben esos grupos políticos y económicos, ¿qué?, no lo sabemos.
Si existiera planeación con visión metropolitana, los resultados serían el desarrollo de los municipios y la capital del estado, pero esto desde luego cuesta, y no siete millones, puede costar la pérdida de los negocios y ganancias que implican a los grupos que se diputan y gobiernan el estado, la caída de jugosas ganancias, ya sea ejecutando la obra o impidiendo que se realice. Mientras, el desarrollo metropolitano puede esperar y la sociedad habrá de asimilar que esta «decisión de Estado» pretende garantizar la unidad de los oaxaqueños.