Economía en sentido contrario: Banamex
Fundamentos
OAXACA, Oax. 6 de noviembre de 2015.- El uso de las instituciones para callar las voces de movilidad social se llama autoritarismo. Desde cualquier ángulo que se vea, lo que acontece con la persecución de que son objeto los líderes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es una manifestación de plena regresión a los derechos que antes eran protegidos por las normas constitucionales.
En primer término hay que revisar quiénes son los autores materiales, quiénes los intelectuales y quiénes los de omisión de estos actos de persecución. Lo que queda claro es que el gobierno del estado que antes era aliado del movimiento magisterial, fue conminado a participar o a ser omiso en la tarea de exterminar la organización magisterial en Oaxaca.
La detención y hoy procesamiento judicial de los primeros cuatro profesores dirigentes de la Sección 22 no es más que el anuncio para que los maestros decidan entre esconderse, pactar o rendirse, al final de cuentas lo que este estado quiere es que nadie proteste y luche por las grandes desigualdades con que se vive en nuestra nación.
Éste gobierno raya en la burdo y abusa de la paciencia o domesticación de este pueblo mexicano, miren ustedes que, por una parte en Oaxaca, con la venia, sin ella o con el desconocimiento de el gobierno estatal, los dirigentes magisteriales son perseguidos, por delitos que en el pasado y por el tiempo que ha trascurrido no han prescrito y que han sido cometidos por diversos dirigentes magisteriales.
Recuerdan aquella incursión en el Congreso encabezada por el entonces dirigente de la Sección 22, Humberto Alcalá Betanzos; fue violenta y rapaz esa acción y hoy y desde ese tiempo el profesor Humberto goza de libertad plena. Cito esto solo para hacer reflexiones.
Por otro lado, con la fuerza magisterial mas organizada o sometida, el pasado domingo una escuela del municipio de Tlahuitoltepec, en la región Mixe de Oaxaca fue llevada al Autódromo Hermanos Rodríguez a entonar nuestro Himno Nacional, resulta que un niño pidió que repararan su edificio escolar, el cual se encuentra en pésimas condiciones.
Es curioso pero, ¿creen que quien invitó o llevó a nuestros niños oaxaqueños a demostrar sus altos valores musicales, no sabía de las condiciones de la escuela donde estos niños reciben su educación primaria?
Ahora resulta que la casualidad llevó al Gran Premio de México a esos niños y que la fortuna les sigue sonriendo porque, ahora que son nota nacional, el área respectiva del Instituto Estatal de Educación Pública en Oaxaca (IEEPO) ya visitó esa escuela y que la Federación a través del propio Secretario de Educación Pública dice que la escuela Primaria Bilingüe ‘Licenciado Gustavo Díaz Ordaz’, de la comunidad de Texas del municipio de Santa María Tlahuitoltepec, será reparada para que los niños mixes de esa comunidad reciban clases en un edificio digno. Simples azares del ominoso destino.
Estos dos acontecimientos demuestran que se está aplicando la vieja máxima de los principios de la propaganda de Joseph Goebbels, es decir, la vigencia del nazismo en materia de exterminio y comunicación para aniquilar a los enemigos.
En verdad a la luz del análisis, es preocupante ver cómo los pasos de nuestro país van hacia atrás, que nuestra historia está quedando olvidada y el colmo de esto es que en nuestro estado, donde se mantienen esbozos de resistencia social organizada, un gobierno que es producto de la suma de voluntades para derrotar el autoritarismo priista con un priista, también usa a las instituciones para exterminar en el territorio oaxaqueño a sus diferentes y usa también los medios de comunicación orientados desde el nazismo para proteger sus causas y exterminar lo que no les es útil o utilizable.
En fin, reflexiones que sólo son Fundamentos.