Diferencias entre un estúpido y un idiota
Indicador Político
MÉXICO, DF, 6 de noviembre de 2015.- Si el centro del derecho es la regulación de la contradicciones en la vida de los ciudadanos, entonces el objetivo del derecho es la forma de escoger lo mejor entre el bien y el mal.
Y en el caso de la decisión de la primera sala -no el pleno- de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto a la aprobación de un amparo para que cuatro personas puedan sembrar personalmente marihuana para su consumo, el dilema fue escoger entre el derecho de unos cuantos sobre el derecho para proteger a la mayoría de la sociedad.
La decisión de los ministros se dio en un escenario contradictorio:
– Decidieron un permiso legal que nada tiene que ver con la salud como un derecho sino como un juego porque el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define lo lúdico como lo referente a juegos.
– Y el permiso partió también de concepto de siembra de marihuana “para uso recreativo” y el mismo diccionario señala la recreación como “diversión para alivio del trabajo”; es decir, atentar contra la vida por diversión.
– La ponencia del ministro Zaldívar introdujo dos conceptos preocupantes: que la marihuana produce una afectación “no tan grave” o “no tan dañina”, o sea el caso de una mujer medio embarazada; dialécticamente, el consumo de esa droga sí es grave y sí causa daño. Por tanto, un mal mayor para atender una pasión menor.
– El derecho es una acción coercitiva por definición porque regula las autorizaciones. La permisividad por razones de derechos individuales anula el carácter tutelar coercitivo del derecho hacia la sociedad.
– Una sociedad sin prohibiciones es un regreso al estado de naturaleza anterior al Estado de Hobbes. O a la utopía de la sociedad hedonista o sociedad del placer.
– Si la Corte decidió un amparo que protege el derecho a la autodestrucción, entonces llegó la hora para que la Corte también ampare otros derechos minoritarios prohibidos: la poligamia, el consumo lúdico de cocaína y heroína, la pederastia si hay consenso mutuo y la prostitución porque son decisiones individuales.
– La Corte pareció olvidar que el derecho nació para proteger a la sociedad de vicios y delitos, no para regular su existencia privilegiando los placeres.
– La Corte también pareció desdeñar el hecho de que el consumo legal de drogas ilegales en EE.UU. es un mecanismo de control social, de desmovilización de la protesta, lo cual convierte esa decisión en un instrumento conservador en manos del poder; es preferible a marihuanos que evadan la realidad que a una sociedad marginada exigiendo derechos sociales, políticos y de salud.
– En las zonas marginadas de la sociedad mexicana, las amas de casa con hijos o maridos adictos a la marihuana claman por centros de atención a la adicción a las drogas. Esos testimonios desgarran el alma de quien los escucha porque muestran el drama familiar del consumo de droga por razones lúdicas; la droga destruye familias y anula potencialidades humanas.
– Legalizar el consumo de droga por la puerta lateral de la siembra doméstica representa la derrota de las políticas de salud, seguridad y bienestar del Estado.
– Y el desequilibrio en enfoques conservador/liberal de la Corte obliga al presidente Peña Nieto a proponer dos ministros conservadores porque la falta de equilibrio jurídico contribuye a dividir a la sociedad.
Sólo para sus ojos:
La pregunta incómoda: los que aprobaron lo de la marihuana lo hicieron como guardianes del derecho o como consumidores.
La estrategia está definida: López Obrador se montará en todos los temas y escándalos para ganar presencia mediática.
Si reabren la venta de terrenos en Santa Fe se encontrarán con una mina… de corrupción. Y en ella aparece nada menos que Marcelo Ebrard, quien la impulsó como secretario de gobierno del GDF en 1992-1993. Y más durante su sexenio.
El dato no debe desdeñarse: Colima en la ruta de tráfico de contrabando de acero y de drogas. Por eso la violencia contra exgobernadores. Y por eso la disputa por la gubernatura.
Cuba pasará sin pena ni gloria. Las generaciones de mexicanos nacidos de 1982 en adelante no saben quién es Fidel Castro. Y el socialismo cubano es sinónimo de represión, dictadura, pobreza social y dominio familiar.
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@carlosramirezh