La Constitución de 1854 y la crisis de México
Análisis a Fondo
MÉXICO, DF, 15 de diciembre de 2015.- El camino expansionista que tomará la economía estadounidense, la más fuerte del mundo, inclusive en crisis, afectará a la mexicana, cuyos reguladores tendrán que iniciar un proceso de incremento de tasas de interés, que encarecerá todo y pondrá al peso en la pendiente de la permanente devaluación respecto de su cotización frente al dólar verde, cuando los precios del petróleo aún siguen en picada.
La Fed, apócope del nombre del banco de la reserva federal de Estados Unidos, pondrá punto final, el próximo miércoles (este miércoles 16 de diciembre), a la mayor era de estímulos económicos para los factores de la producción y los mercados financieros y bursátiles. Janet Yellen, presidenta del banco de la reserva, dijo a la prensa especializada de Washington que el alza de tasas de interés es señal de fortaleza de economía de Estados Unidos. Sin embargo, para México nada será miel sobre hojuelas. Los analistas estiman que el banco central mexicano tendrá que realizar su primer ajuste el jueves, lo que será pecaminoso para el control de los mercados cambiario, crediticio y bursátil, y por tanto para seguir con una inflación bajo control, en momentos en que el ingreso petrolero anda por la calle de la amargura.
Seguro la alzada de los tipos de interés decretada por la Fed será gradual, frente a un mercado petrolero cuyos precios continuarán en picada por lo menos hasta el segundo trimestre de 2016, aunque esto sólo es una especulación de los analistas bisoños.
Así en los mercados estadounidenses y mundiales (y los mexicanos no son la excepción sino quizá los más importantes porque comparten una enorme frontera de 3,300 kilómetros con los estadounidenses) la espera terminó. La Fed de Yellen comienza a subir el costo del dinero, medido a través de la tasa de interés, por primera vez en casi una década, para enfocarse en la gradualidad del ciclo alcista en los siguientes años.
La tasa de fondos federales, la de referencia en Estados Unidos, ofrece un rendimiento mínimo sin precedentes de 0% a 0.25% anual, lo que buscó estimular el gasto en consumo para reactivar la economía y con ello el empleo, tras atravesar en 2008 y 2009 la peor recesión desde la crisis de 1929.
Para los estadounidenses, como lo advirtió el 2 de diciembre Janet Yellen, subir las tasas es una señal de fortaleza de la economía y retrasar la decisión podría incluso llevar a la economía a una nueva recesión.
A la una de la tarde del miércoles, el banco central más influyente del mundo pondrá fin al prolongado periodo de tasas de interés cercanas a 0%, así lo descuentan tanto los inversionistas como el consenso del mercado. De acuerdo con la Bolsa Mercantil de Chicago, los precios de los contratos dan 79% de probabilidad de que comiencen a subir las tasas en EU esta semana, proporción muy superior al 30% registrado después de la reunión de la Fed llevada al cabo en octubre.
Los recientes resultados de la encuesta de Reuters a instituciones privadas de todo el mundo apuntan a que comenzarán a subir las tasas, este miércoles, con una magnitud de 25 puntos base, para situar el intervalo de rendimiento entre 0.25% y 0.50% anual.
“Al igual que el cese de las compras de activos a gran escala de octubre de 2014, (el arranque del ciclo alcista de tasas) se trata de un hito importante en el desmantelamiento de las políticas monetarias extraordinarias adoptadas durante mi gestión como presidente de la Fed, con el fin de ayudar a recuperar a la economía estadounidense de una crisis de proporciones históricas”, declaró en octubre el ex presidente de la Fed, Ben Bernanke.
Para analistas de Bank of America, cuando la Fed suba las tasas, la política monetaria tomará el escenario central del mundo, pero opinan que la baja inflación, la mejoría en los fundamentales y otros apoyos, auguran un buen futuro para la expansión económica, los consumidores y la inversión.
Proyectan que la Fed calibre cuidadosamente el ciclo alcista en el mediano plazo, con un incremento de 25 puntos base esta semana, y tres o cuatro de la misma magnitud para cada uno de los siguientes dos años.
Mientras tanto, ante una noticia que no augura mejorías en la economía mexicana, el barril de petróleo tipo Brent cotizaba en 37.72 dólares al inicio de la sesión de este lunes; el crudo WTI para entregas en enero, caía 26 centavos de dólar (0.73% ) y se cotizaba en 35.36 dólares por barril
Y el mercado cambiario seguía motivado por el nerviosismo de los vendedores y los compradores de dólares en los mercados mexicanos. El principal riesgo para el mercado cambiario proviene del anuncio de la política monetaria de la Reserva Federal para el próximo miércoles. Luego de que el dólar alcanzara un precio máximo de 17.70 pesos a la venta en ventanillas bancarias, el billete verde revirtió su tendencia al alza y antes de la media jornada se cotiza en 17.65 pesos, según información de Banamex.
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