Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de febrero de 2016.- Monse tiene hipertensión pulmonar, una extraña enfermedad que la obliga a sus escasos dos años a mantenerse conectada a un tanque de oxígeno de su estatura, hoy fue traída por su madre Georgina Moreno al Hospital Infantil Federico Gómez, con la única ilusión de ver al Papa Francisco y con su bendición, la pequeña comience a recuperarse.
La niña es paciente del nosocomio que visitará el Sumo Pontífice en su última escala en la Ciudad de México, por lo que poco importó a su madre las casi dos horas de trayecto desde Naucalpan, Estado de México hasta la colonia Doctores en el centro de la capital, pues al no estar entre los niños hospitalizados, la única forma de obtener una bendición de Jorge Bergoglio es desde las vallas.
En las cinco horas que Monse ha aguardado se le ve corriendo de la mano de su padre pues su complexión pequeña debido a la falta de peso por su enfermedad, complican sus primeros pasos, pero es la sonrisa en su rostro y su costumbre de convivir con extraños dentro del hospital lo que la convierten en el centro de atención de las vallas.
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