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El fiasco del GIEI
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de abril de 2016.- Los integrantes del GIEI y su corte de interesados aduladores en México no aceptan la crítica.
Para decir mentiras tan rampantes, tienen la piel demasiado delgada. ¿Cómo que no se puede criticar su trabajo?
Desde luego que sí hay derecho a hacerlo en una sociedad democrática con prensa libre, igual que se puede criticar el trabajo de la PGR en torno al caso Iguala.
Se queja el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en The New York Times que en México sufrieron ataques en medios de comunicación.
¿No se pueden criticar sus mentiras?
Al final, como gran colofón de un año y un mes de trabajo en México, por el cual cobraron más de dos millones de dólares, concluyeron que en el secuestro de los normalistas de Ayotzinapa también participó la policía municipal de Huitzuco.
Es posible, pero desde hace rato en esa línea de investigación se ve la mano de Ángel Aguirre Rivero, gobernador de Guerrero en el momento del crimen, que quiere lavar su imagen y traspasar su responsabilidad a otro cacique guerrerense, de Huitzuco, Rubén Figueroa Alcocer.
Falló la PGR al no haber actuado de manera drástica contra Aguirre, pues sabía de la vinculación entre el alcalde Iguala, su esposa, su policía, con Guerreros Unidos, asesinos de los normalistas.
¿En qué consisten los “ataques” al GIEI desde los medios de comunicación?
Por lo que se refiere al Financiero, publicamos una foto del satélite de la Nasa, que muestra que el 26 y 27 de septiembre de 2014 estaba nublado en Cocula, por lo que resulta imposible saber que “no hubo incendio” en el basurero como dijo el GIEI.
¿Eso es atacar? Se necesita ser muy autoritario para imponer el “pensamiento único” con respecto a lo sucedido en la trágica noche de Iguala, como pretenden el GIEI y su corte.
Tampoco es “verdad única” el informe de la PGR, pues se equivocó al decir que los estudiantes iban a boicotear el informe de la presidenta del DIF de Iguala.
Ni los normalistas sabían a qué iban, ya que les cambiaron la ruta de ir a la vecina Chilpancingo por la de un largo viaje a Iguala.
Los jóvenes fueron víctimas de la manipulación de los dirigentes de la Normal de Ayotzinapa, acostumbrados a delinquir sin que les pase nada. Son los mismos que quemaron vivo al trabajador Gonzalo Rivas en la gasolinera de Chilpancingo en la Autopista del Sol.
Y el GIEI, que fue contratado –otro error- por la PGR para coadyuvar en la investigación de los hechos de Iguala, mintió al país y fue desleal con los familiares de las víctimas.
En septiembre del año pasado dieron a conocer el “peritaje” –de 20 minutos- de José Torero, en conferencia de prensa sin avisar a la PGR, en el que afirmaban que los normalistas no pudieron ser quemados en Cocula. ¿No que iban a coadyuvar con la Procuraduría?
Mintieron al decir que tenían una fotografía satelital que probaba que 26 y 27 de septiembre no hubo incendio en Cocula. El reportero David Saúl Vela publicó en El Financiero las fotos del satélite Terra, de la NASA, que mostraban nubosidad intensa por lo que era imposible decir que hubo o no hubo incendio en el basurero.
Y el tercer informe, encargado por el GIEI y la PGR a un grupo internacional de peritos en fuego, que concluyó que sí hubo incendio de gran intensidad en el basurero, fue descalificado por los integrantes del GIEI porque se dio a conocer sin avisarles.
O sea, no cuestionaron su contenido, sino la forma en que se dio a conocer. Y ahí también mintieron: el informe no lo presentó la PGR, sino el vocero del grupo de peritos, en un evento al que estuvo invitado el GIEI.