Revisitar al pasado
Indicador Político
OAXACA, Oax., 2 de agosto de 2016.- Sin que alguna oficina gubernamental abra una mesa de negociaciones con ellos, centenas de empresarios oaxaqueños decidieron romper con los gobiernos federal y estatal por la crisis con la Sección XXII de maestros, pasar a la ofensiva con un paro general el lunes 8 de agosto y anunciar una huelga en pago de impuestos.
Mientras tanto, el gobierno federal ha cedido casi todo a la Sección XXII de maestros: liberó a líderes detenidos, congeló las reformas educativas en evaluación y contenido y anuló los despidos y congelación de bonos; sin embargo, las movilizaciones empresariales siguen en su apogeo.
Oaxaca se instaló ya en la ruptura institucional: el gobierno estatal ha sido anulado por el gobierno federal por su ineficacia en la administración de las relaciones con los maestros disidentes, la sociedad ha comenzado a romper con violencia los cercos magisteriales y los poderes estatales son inexistentes. La agenda de Oaxaca se trasladó a la Secretaría de Gobernación y ahí sólo se atiende a los maestros disidentes y no a la sociedad afectada por la lucha magisterial.
En este sentido, en Oaxaca existe un vacío de poder en su expresión máxima: cuando las fuerzas de seguridad no pueden recuperar espacios territoriales en poder de los grupos radicales –el zócalo de la ciudad, carreteras federales, casetas de cobro– porque los maestros son más y con violencia extrema, frente a la incapacidad, incompetencia e impreparación de las policías federal y estatal.
La rebelión de los empresarios se acerca cada día más a la categoría de guerra civil porque ha pasado a la desobediencia en pago de impuestos y a un paro de labores provocador. Centenas de empresas de todos los tamaños acumulan pérdidas por las zonas ocupadas ilegalmente por los maestros con los plantones y por los bloqueos carreteros.
El gobierno estatal PAN-PRD de Gabino Cué Monteagudo ha sido rebasado por la crisis, por la violencia magisterial, por su complicidad con la XXII en la promoción de una ley educativa estatal contraria a la federal, por la corrupción de sus funcionarios, por la ausencia de una fuerza de seguridad capacitada para enfrentar desórdenes y por la agenda estatal de la XXII que ya escaló el nivel federal. A cuatro meses de entregar el poder a su sucesor, el gobernador encabeza un gobierno inexistente.
El problema radica en un ambiente de repudio estatal contra los desmanes de la XXII que está exigiendo la intervención de la fuerza pública para romper con los bloqueos y plantones, pero con los datos reales de que las fuerzas de seguridad han sido incapaces de enfrentar a los maestros rebeldes. Lo grave es que la sociedad está pidiendo la represión al costo que sea necesario pagar.
Los maestros disidentes tienen el control de las mesas en Gobernación, en tanto que esa dependencia se ha negado a entablar una negociación con los empresarios. En las fiestas de la Guelaguetza la XXII se dedicó a bloquear la celebración oficial, en tanto que nadie interrumpió la Guelaguetza popular de los maestros. La asistencia turística cayó un tercio este año y Oaxaca vive del turismo.
El paro estatal del lunes 8 de agosto y el anuncio de huelga en pago de impuestos hunde a Oaxaca en la ingobernabilidad casi total y lo acerca a la guerra civil que ya ha tenido expresiones de violencia.
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Política para dummies: La política es el arte de la oportunidad, pero algunos se pasan muy rápido al oportunismo.
Sólo para sus ojos:
• Si por evitar la victoria de Donald Trump se pide el voto por Hillary Clinton, a lo mejor el remedio sale peor que la enfermedad: uno es atrabancado y la otra es una imperialista. Lo malo es que se pide un cheque en blanco para Clinton.
• En plena crisis de gobernabilidad en Oaxaca, el gobernador aliancista PAN-PRD Gabino Cué Monteagudo acaba de perder el apoyo del PRD y el PAN desde cuando que lo ve de lejos. Asilado, le esperan meses de repudio popular.
• A veces los juegos de los políticos confunden más que aclarar: Manlio Fabio Beltrones creó una tribu dentro del PRI, aunque a veces parece un grupo de presión, un club de retirados políticos o un juego presidencial engañoso.
• Y en el PRD se creó otra tribu, ahora con funciones de consejo de ancianos: el G-15 o notables perredistas para atomizar la dirección política del partido.
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