Monte de Piedad en Oaxaca tendrá venta especial del 10 al 12 de febrero
OAXACA, Oax., 23 de septiembre de 2016.- El cáncer es una de las principales causas de muerte entre niños de 5 a 14 años de edad. Al año se registran más de dos mil decesos por este padecimiento.
Debido al alto índice de mortandad, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) realizan acciones para la detección temprana y oportuna de pacientes oncológicos menores de 18 años.
El 75 por ciento de los casos en el país se detectan en etapas avanzadas, lo que reduce la probabilidad de sobrevivir, e incrementa el tiempo y costos de atención.
La responsable del Programa de Prevención y Tratamiento del Cáncer en la Infancia y Adolescencia de la institución, Liliana Abad Camilo, dijo que en México se diagnostican entre cinco mil y seis mil casos nuevos de carcinoma en infantes cada año. La leucemia representa el 50 por ciento de los diagnosticados.
En un comunicado se informó que en Oaxaca desde el 2008 a la fecha, han ingresado al Hospital de la Niñez Oaxaqueña Doctor Guillermo Zárate Mijangos 489 pacientes, quienes han recibido tratamientos multidisciplinarios por parte de pediatras oncólogos y personal de enfermería.
Mencionó que los procedimientos curativos suelen ser prolongados, por lo que existen altos índices de abandono; en el año 2011, 28 pacientes dejaron de asistir a sus terapias; en este sentido invitó a los padres de familia a no desistir y continuar con sus consultas, ya que se tiene un 70 por ciento de casos de éxito.
Es importante destacar, añadió, que el diagnóstico oportuno es una de las herramientas más importantes para reducir la morbilidad y mortalidad por esta causa, aumenta la supervivencia y mejorar la calidad de vida de estos pacientes, al menos siete de cada 10 sobreviven si se les diagnostica en forma temprana y se les ofrece un tratamiento integral y oportuno.
Pidió a los padres estar al pendiente de signos y síntomas como: fiebre por más de siete días sin causa aparente, dolor de cabeza, persistente y progresivo (de predominio nocturno, que despierta al menor o aparece al momento de levantarse y puede acompañarse de vómitos); malestar óseo, manchas, moretones, sangrados, palidez palmar o conjuntival severa, debilidad en una de las extremidades o un lado del cuerpo y pérdida del equilibrio al caminar, entre otros.