
Cómo enfrentar los riesgos de un golpe de calor
MORELIA, Mich, 4 de octubre de 2016.- Cuando un país rico progresa es que hay un buen gobierno al frente, y cuando un país rico empobrece es que hay un pobre gobierno. Sin embargo, cuando una nación pobre se desarrolla es que hay un jefe de Estado.
No puede uno negar que al presidente Enrique Peña Nieto le ha llovido sobre mojado, pero también es evidente que ha cometido graves errores y de manera muy continua. Uno quisiera tener al frente de la nación a un jefe del Ejecutivo justo, solidario con su pueblo y muy responsable en el manejo de la economía, pero los números no le ayudan al presidente de la República.
Sin dejar de desconocer que recibió un país prácticamente en bancarrota, lejos de enderezar la nave, pareciera que lo está hundiendo más. Los analistas políticos aseguran que ya perdió el apoyo de los empresarios, si es que alguna vez lo tuvo. Su partido está en picada, sin embargo, no está totalmente descartado para 2018. Los tiempos son diferentes, pero en la posrevolución los presidentes de México era militares y desempeñaron un excelente papel. Incluso, entre ellos hubo un Jefe de Estado.
Los tiempos cambian, pero en al menos cuatro décadas, ha habido presidentes que estuvieron más comprometidos con otros intereses que con los de su pueblo.
Acciones como el Fobaproa, el endeudamiento innecesario, la apuesta a las grandes empresas y la corrupción acabaron con las oportunidades de un desarrollo pleno y sobre todo más equitativo. Ahora sólo queda esperar y ser testigos del futuro incierto y de la incertidumbre, porque por todos lados nos está lloviendo.
Fuente: Quadratín Debate