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OAXACA, Oax., 14 de octubre de 2016.- El presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, estará este viernes en Oaxaca, donde el hado de la corrupción ha permeado.
El michoacano nacido en 1972 se reunirá con Alejandro Avilés Álvarez, el presidente estatal del PRI, quien es la representación de los vicios que ha combatido Ochoa en su discurso.
Alejandro Avilés Álvarez ha sido señalado por los miembros de su partido por la presunta venta de candidaturas, por el saqueo a las arcas del Congreso de Oaxaca y por estar, ahora, preparando el camino para contar con una súper secretaría, si se confirma que será quien ocupe en el próximo gabinete la Secretaría General de Gobierno.
En el PRI de Oaxaca hay colaboradores que desde junio pasado no reciben su sueldo, coincidiendo con la llegada de Alejandro Avilés y Mariana Benítez, quien es diputada federal y es hermana de uno de los hombres más cuestionados de la administración de Gabino Cué.
El PRI en Oaxaca es débil. Aun cuando ganó la gubernatura de Oaxaca con Alejandro Murat, y obtuvo el 51.33% de los ayuntamientos que se rigen por el sistema de partidos, su presencia en la sociedad es menor a las expresiones de oposición.
Del millón 639 mil 85 votos que se obtuvieron en la elección pasada, el PRI ganó la gubernatura con 525 mil 858 votos; es decir que hubo un millón 113 mil 227 ciudadanos que no eligieron al PRI como opción de gobierno.
Sin embargo, esta cifra que duplica la obtenida por el PRI de Oaxaca, se pulverizó en distintas opciones de voto para el ciudadano.
Las opciones distintas al PRI tendrán mayor presencia en el Congreso de Oaxaca y en los ayuntamientos, en esos dos espacios será más visible su avance. El bloque del PRI en la presente legislatura solo acompañará al próximo gobernador por dos años.
Sin embargo, el porcentaje obtenido es suficiente para que en la distribución de los recursos que como prerrogativas distribuye entre los partidos el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), el PRI obtenga una cifra mayor a los 40 millones de pesos.
Tan solo en este proceso electoral, el PRI de Oaxaca recibió como prerrogativas para actividades ordinarias más de 32 millones de pesos, una especie de caja chica para Avilés, considerando las cantidades en millones de pesos que manejó en el Congreso local.
Alejandro Avilés, presidente del PRI en Oaxaca, dejará una legislatura en banca rota. En abierta convivencia con personajes corruptos del PRD y el PAN, tuvo un manejo con nula transparencia de un presupuesto de más de 600 millones de pesos, como lo observa el informe del Instituto Mexicano paa la Competitividad (IMCO), difundido en Quadratín.
Incluso, uno de sus hijos que lleva su nombre, Alejandro, fue motivo de escándalo al mostrar sus lujos y excentricidades en una etapa de crisis en la que su padre le canceló pagos a proveedores y a personal de confianza en el Congreso.
Según la nota de SDP Noticias, Alejandro dispuso en un año nuevo de una suite de lujo en el hotel Aria Resort Casino en Las Vegas, Nevada, cuyo costo en enero de este año era de seis mil pesos la noche, tan solo la estancia.
Alejandro padre e hijo compartieron el trabajo electoral y de organización en el proceso electoral donde fue electo Alejandro Murat, ganándose la confianza de éste como eficientes operadores, aún cuando Avilés padre es operador del ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, uno de los detractores de Ochoa Reza.
Será este Avilés, antiguo colaborador de Ulises Ruiz, quien reciba esta tarde a su presidente nacional, Enrique Ochoa a quien consideran “un mero administrador, pero no un líder”.