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OAXACA, Oax., 10 de noviembre de 2016.- Tal vez una de las recompensas más grandes de la meditación y la oración es la sensación de pertenecer que nos sobreviene.
Doce Pasos y Doce Tradiciones
¡Eso es lo que es — pertenecer!
Después de una sesión de meditación supe que ese sentimiento que estaba experimentando era una sensación de pertenecer, porque me sentía tan relajado.
Me sentía más tranquilo en mi interior, más dispuesto a descartar pequeñas irritaciones.
Apreciaba mi sentido del humor.
Lo que también experimento en mi práctica diaria es el puro placer de pertenecer a la corriente creadora del mundo de Dios.
Qué propicio es para nosotros que la oración y la meditación estén inscritas en nuestra manera de vivir en A.A.
Pensamiento del Día
Soy menos egocéntrico. El mundo solía girar a mi alrededor. Me preocupaba más por mí mismo, por mis necesidades, por mis deseos, por mis placeres y por salirme con la mía, que por todo el resto del mundo.
Lo que me sucedía a mí era más importante que cualquiera otra cosa que pudiera pasar. Trataba egoístamente de ser feliz, y, por tanto, era desgraciado la mayoría del tiempo.
Me he dado cuenta de que buscar el placer egoístamente no trae la verdadera felicidad. El hecho de pensar en uno mismo todo el tiempo me aísla de lo mejor de la vida. A.A. me enseñó a preocuparme menos por mí mismo y más por mis semejantes.
«¿Soy menos egocéntrico?»
Meditación del Día
Cuando suceda algo que nos trastorne y estemos desanimados, hay que tratar de pensar que las dificultades y problemas de la vida no tienen por objeto detener nuestro progreso en la vida espiritual, sino probar nuestra fortaleza y aumentar nuestra determinación de seguir adelante.
Sea lo que sea, debe superarse o aprovecharse de todo aquello que se tenga que enfrentar. Nada debe intimidamos demasiado, ni debe dificultad alguna rendimos o apoderarse de nosotros. La fuerza de Dios estará siempre a la mano, esperándonos para que la utilicemos.
Nada puede ser tan grande que no pueda superarse o bien aprovecharse.
Oración del Día
Ruego que sepa que no puede haber fracaso con Dios.
Pido que, con su ayuda, viva una vida más elevada.