Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
OAXACA, Oax., 26 de diciembre de 2016.- Hablar de Oaxaca es sinónimo de riqueza arquitectónica, gastronómica y cultural, tan solo habría que imaginar sus costumbres, tradiciones, lenguas indígenas, pueblos mágicos o playas para comprender por qué resulta el destino ideal para visitantes nacionales y extranjeros.
Sin embargo durante los últimos años pareciera estas características dejaron de ser trascendentales, pues ante las afecciones ocasionadas por organizaciones político sociales la imagen de Oaxaca decayó considerablemente, aunado a las recomendaciones hechas por organismos internacionales de no visitar Oaxaca.
El daño está hecho y más allá de las complejidades que existan, se debe trabajar por implementar políticas públicas para mejorar la derrama económica en la entidad, mayor el reto si consideramos que la operación demanda poco tiempo y la sanación casi inmediata.
Qué hacer y por dónde empezar, la pregunta del millón, cómo hacer más con menos la interrogante: cómo invertir si la economía del sector turístico se encuentra afectada.
Ante tal cuestionamiento podríamos optar por realizar ferias o convenciones como cualquier administración, entre las propuestas irracionales folletos e inversiones innecesarias sobre promocionales que cualquier estudiante de comunicación podría mejorar.
Habría que poner a discusión el tema, si bien estos eventos son una oportunidad para que el turismo conozca la cultura que envuelve a Oaxaca, también persiste la duda sobre cuánta población sería beneficiada, para nada equivocada la alternativa, pero insuficiente.
Podríamos sugerir el turismo conozca más sobre la cultura milenaria de Oaxaca, las rutas mágicas la respuesta adecuada, de no ser porque refieren expertos no están del todo bien hechas.
Habría entonces poner en marcha el plan “B”, hacer uso de tecnologías, redes sociales, aplicaciones y la CORTV para ir más allá de la cotidianidad, caminar por los 570 municipios y permitir al sector turístico una alternativa diferente para aventurarse a conocer Oaxaca.
El momento indicado quizá no, para señalar que uno de los principales errores de la administración anterior fue permitir que funcionarios estuvieran en la constante lucha por sobresalir y posicionar su imagen de cara al proceso electoral, no caminar de la mano y con un mismo fin; la falta de comunicación organizacional señalan los que conocen del tema, pero principalmente falta de coordinación para hacer que Oaxaca finalmente se posicione a nivel nacional e internacional como un destino turístico, cultural y seguro.