Conoce Nino Morales diagnóstico sobre el Istmo de Tehuantepec
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de junio de 2017.- Al menos a nivel declarativo, las principales fuerzas de oposición, excluyendo a Morena, han anunciado la posibilidad de coaligarse para hacerle frente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha gobernado al país desde 1929, con excepción del período 2000-2012.
Sin embargo, falta que esta probabilidad realmente se concrete, pues el problema no se resuelve solo con el proyecto de un cándido pacto electoral para enfrentar a la poderosa maquinaria priista, que hoy se halla en supuesta desventaja para seguir conduciendo al país.
Las intenciones son buenas, pero el verdadero reto es que las fuerzas políticas opositoras se pongan de acuerdo en designar a un candidato que sea de la aceptación de todos, pues la lista de aspirantes es muy larga.
Por ejemplo, ahí están Ricardo Anaya, dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN) y Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón. También se apunta Miguel Ángel Mancera el ‘independiente’ jefe de gobierno de la Ciudad de México y una pléyade de otros personajes, entre ellos Luis Ernesto Derbez, excanciller de Vicente Fox; el primer gobernador panista Ernesto Ruffo Appel y hasta el exgobernador guanajuatense Juan Carlos Romero Hicks.
Como sea, el pasado fin de semana tanto el PRD como el PAN parecieron ponerse de acuerdo para anunciar por primera vez su intención de formar un denominado “frente amplio”, en el que seguramente no participará Andrés Manuel López Obrador, jefe del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien argumentó que solo se aliará con el Partido del Trabajo (PT), la misma agrupación política cuya dirigencia simpatiza con los dictadores Kim Jong-un, de Corea del Norte y Nicolás Maduro, de Venezuela.
Hasta hoy, ni el PAN y el PRD habían querido manejar la posibilidad de una alianza, pero como un milagro, de pronto se han manifestado como los más interesados en sumar fuerzas para derrotar a López Obrador y al PRI.
El PAN -aunque generalmente se ha mostrado favorable a las alianzas en elecciones estatales o locales-, siempre ha sido reticente a respaldar una candidatura común a la presidencia de la República, sobre todo porque ninguno de los posibles aspirantes de los otros partidos aparentemente querría ceder su lugar.
Sin embargo, con vistas al relevo presidencial –y ante la premisa de que el PRI se halla en aparente desventaja, y López Obrador por sí mismo no podría obtener los votos necesarios para la victoria-, en esta ocasión el PAN y el PRD están más que dispuestos a una alianza, sobre todo cuando, de acuerdo con la numeralia, el tricolor está en desventaja.
Hace apenas 3 semanas, el PRI perdió 2 de 4 elecciones, aunque ganó apretadamente las del Edomex, con apenas 3 puntos de diferencia, respecto a la candidata de Morena, Delfina Gómez.
El año pasado -con Manlio Fabio Beltrones al frente del CEN-, perdió también 7 de 12 gubernaturas y con ello sufrió un descalabro histórico que supuestamente anuncia lo que según algunos analistas vendrá el año próximo a nivel nacional, aunque nada está escrito todavía y el PRI podría dar la gran batalla y aún retener la presidencia.
No obstante, de acuerdo a su particular diagnóstico, las principales fuerzas opositoras tienen frente a sí una ocasión única para poder aliarse, con grandes expectativas de triunfo si toman en consideración que, de acuerdo a las encuestas, el presidente Enrique Peña Nieto sólo cuenta con el respaldo del 17 por ciento de los encuestados, y su probable precandidato, el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se ubica en el tercer lugar de las preferencias electorales.
Estos datos seguramente motivaron a la Comisión Permanente del PAN el pasado domingo a aprobar por amplia mayoría, y luego de ocho horas de debate, una resolución para buscar una alianza con otras organizaciones con vistas a conformar un frente opositor.
Y en esta perspectiva, el PRD no se quedó atrás y dio a conocer que también intentará unirse con otras fuerzas políticas para vencer el año próximo no solo al PRI, sino a López Obrador.
Agustín Basave, diputado federal y expresidente del CEN del PRD, otorgó su apoyo a la posibilidad de construir una gran alianza rumbo a las elecciones de 2018, pero expuso que ésta debe incluir no solo al PAN sino también a Morena, todo con la finalidad de sacar al tricolor de la Presidencia y cambiar el actual régimen “corrupto”.
“Si vas a incluir a Morena, el candidato es López Obrador, es el mejor posicionado en las encuestas y no lo veo declinando por nadie más”, afirmó Basave en entrevista a El Universal.
Justo ahí es donde seguramente esta declaratoria de buenas intenciones del PAN y el PRD perderá fuerza.
Por otra parte, en términos de real politik, ni Morena ni el PAN estarían de acuerdo en conformar una coalición tal y como fue planteada al interior del PRD. Porfirio Muñoz Ledo, expresidente de la organización, ha descalificado a priori la posible alianza PRD-PAN calificándola como “una engañifa, un frente holgado, oferta de la corruptela”.
EL PRI HARÁ TODO LO POSIBLE POR MEJORAR SU IMAGEN Y MANTENERSE EN LA PRESIDENCIA
El PRI, por su parte, está haciendo lo imposible para limpiar su imagen ante el electorado e intentar lo que se antoja una misión casi imposible: tratar de ganar ventaja de cara a las elecciones del año próximo.
En esta tarea se enmarca la decisión de la Presidencia de la República de lanzar una campaña para apuntalar la popularidad del presidente Enrique Peña, que hoy se halla en el 17 por ciento de aceptación.
Qué lejos está esta cifra de los puntajes registrados por él en diciembre de 2012 -justo después de asumir su encargo-, cuando gozaba del respaldo del 54 por ciento de los ciudadanos, incluso muy por arriba del 38 por ciento que votó por él en las elecciones.
Ese mismo consenso le permitió suscribir el Pacto por México que lo llevó a la aprobación en el Congreso de las llamadas reformas estructurales en materia energética, educativa, fiscal y de telecomunicaciones
Pero luego llegaron la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, el tema de la Casa blanca de su esposa y otros temas similares.
A pesar de que Peña Nieto había ganado algunos puntos luego de que canceló su visita a Washington del 31 de enero pasado -cuando el presidente Donald Trump anunció en hacernos pagar por el muro fronterizo que planea construir-, su imagen volvió a ser vulnerable en términos de aceptación y respaldo entre los encuestados en los últimos meses.
El más reciente sondeo preocupó de sobremanera a los estrategas de Los Pinos, quienes diseñaron una estrategia publicitaria que incluye algunos videos, los cuales han comenzado a transmitirse por Internet.
En ellos, se ve como el presidente interactúa con todo tipo de personas, para disipar la idea muy arraigada de que Peña Nieto suele mantenerse muy alejado de la gente.
En los videos -elaborados por las áreas de Estrategia Digital, Imagen y Eventos de la Presidencia-, se le ve relajado y muy casual, conversando con personas de todas las edades, disfruta unos tacos, y hasta de unas conchas en una panadería. Las imágenes fueron filmadas en Yucatán, Estado de México, Michoacán, Quintana Roo, Colima y San Luis Potosí, entre otras entidades.
Por ejemplo, a Peña Nieto se le presenta vestido de forma casual, muy interesado en la plática que sostiene con deportistas en Hidalgo. También dialoga con estudiantes en Aguascalientes y saluda a turistas en Tulum.
Ciertamente, los videos no lo son todo para intentar recomponer su imagen en términos de popularidad y aceptación entre el probable electorado, ni para garantizar el triunfo al PRI el año próximo.
Empero, seguramente en las altas esferas del gobierno se tendrán ya conformados los planes “B” y “C” ante la probabilidad de que el PAN y el PRD -que individualmente siguen siendo minoría-, quieran marchar juntos rumbo a la Presidencia.
A ver qué resulta en estos prolegómenos del 2018, donde la premisa no es que a México y a los mexicanos le vaya bien, sino derrotar al PRI.
Como si quitándole del poder a los priistas el país pudiera arreglarse por arte de magia, y la corrupción y la estulticia que ya han demostrado el PAN y el PRD como gobierno, fuera la panacea a nuestros males.
GRANOS DE CAFÉ
La aceptación del ex gobernador Javier Duarte de ser extraditado a México para someterse a la justicia en Veracruz, no suple la audiencia de extradición del Tribunal Quinto de Sentencias de Guatemala, que se realizará el 4 de julio para que enfrente los cargos que la Procuraduría General de la República (PGR) le fincó desde abril pasado, cuando se le detuvo en Guatemala para que responda a acusaciones de delincuencia organizada y realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita, ambos delitos considerados graves por las leyes mexicanas y que no le permiten salir en libertad bajo fianza.
A Duarte la justicia veracruzana lo acusa por incumplimiento de un deber y tráfico de influencias, usar un helicóptero oficial del gobierno de Veracruz cuando ya no era funcionario público y también traspasar 220 millones de pesos de una cuenta gubernamental, a otra del propio gobierno.
Sus abogados y el propio Duarte consideraron las acusaciones del gobierno veracruzano que encabeza Miguel Ángel Yunes, como infundadas, ligeras y vanas.
Con quiera que sea, al parecer no quedaría en libertad, pero sí podría extender su repatriación forzada a México, en el supuesto de que sus abogados impugnen la sentencia de extradición que le pudiera fincar el Tribunal Quinto de Sentencias guatemalteco, que lleva su caso.
El magistrado del Tribunal Tercero de Guatemala, Saúl Martínez -quien conoció la primera y segunda solicitud de extradición girada contra Duarte por el juez veracruzano de Control de Procesos y Procedimiento Penal Oral de Xalapa-, suspendió las diligencias con fines de extradición que se realizaban y determinó que será hasta la audiencia del 4 de julio en que se determine si la justicia guatemalteca acepta repatriarlo.
Aún así, los abogados de Duarte podrían ampararse contra la sentencia de las autoridades guatemaltecas, con lo que el retorno del ex gobernador de Veracruz se extendería hasta 8 meses, según declaraciones del Secretario de Política Criminal de Guatemala, Rotman Pérez.
Por lo pronto quien quedó expuesto al escarnio fue el actual mandatario veracruzano Miguel Ángel Yunes, quien a pesar de haber enviado al fiscal de Veracruz, Jorge Winkler para notificarle a Javier Duarte sobre las nuevas acusaciones en su contra, no consiguió que se le deportara y, sí, que fortalezca su condición de perseguido político en lugar de vulgar ladrón… sus comentarios envíelos al correo [email protected]