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OAXACA, Oax., 12 de julio de 2017.- La tercera edición de la Escuela de Grabado menos tóxico inició en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), en lo que representa un esfuerzo de este centro de artes y el artista Demián Flores, por utilizar procesos ecológicos, pero sobre todo, menos dañinos para la salud de los artistas.
En un comunicado se informó que, desde hace cientos de años, en los talleres de gráfica se utilizan agentes tóxicos, como ácidos, solventes, y químicos; la mayoría producen vapores tóxicos causantes de problemas de salud, además de ser poco amigables con el ambiente.
En la escuela de grabado menos tóxico, donde participan 13 jóvenes grabadores, se implementó un proceso conocido como electro-etch, sistema patentado por los maestros estadounidenses, el Dr. Homri Behr y Marion Ray Behr, y traído a Oaxaca por Francisco Toledo. Ha sido utilizado en el CaSa desde su fundación en el 2006; en opinión de los maestros que han tenido la oportunidad de trabajar en el CaSa, los resultados que se alcanzan son muy interesantes, y en algunos casos muy similares a los tradicionales.
Rogelio Azcárraga, grabador y artista visual egresado de la UNAM, el maestro encargado de impartir el primer módulo del taller, explicó: el proceso es el de la electrólisis, en lugar de utilizar ácido nítrico como mordiente para la placa de cobre, se utiliza energía eléctrica (aproximadamente 5 voltios) y una solución salina (sulfato de cobre), para obtener el mismo resultado: el dibujo grabado en la placa de metal, para después imprimirla.
Azcárraga mencionó que los docentes son un grupo de impresores y grabadores (Rogelio Azcárraga, Francisco Quintanar, Ernesto Alva, y Rodrigo Téllez), convocados por Demián Flores, a partir de la invitación de Francisco Toledo. Narra que cuando estudiaron la Universidad, nadie les dijo que los materiales que utilizaban eran dañinos para su salud, o que eran tóxicos, y que ahora ellos difunden está técnica y la utilización de materiales menos agresivos, para sustituir los que hasta ahora son usados en el taller.
Esta misma preocupación ha permeado a otros artistas y talleres, como el Taller Bambú de Abraham Torres, quien conoció el proceso en un curso con el maestro español Alfonso Crujera, quien ha desarrollado una extensa investigación de grabado electrolítico, y que fue invitado por el CaSa a impartir un taller en Oaxaca en el 2009. Durante el taller, el maestro Torres se interesó por la técnica, pues muchos de sus conocidos habían padecido problemas de salud a causa de la exposición constante a los tóxicos dentro de los talleres.
Abraham relató que al ver que impresores con una trayectoria de 10 a 15 años en el grabado empezaban a tener problemas de salud, pensó en utilizar técnicas menos dañinas, tanto para él, sus alumnos, y el medio ambiente. Sin embargo, el maestro Abraham enfermó, una de las causas, advierte, fue la exposición que ya había tenido a los agentes tóxicos de los talleres; estuvo en tratamiento médico más o menos 5 años, y trata de utilizar lo menos posible ácidos, solventes fuertes, tintas base aceite, pone como ejemplo, que utiliza un solvente hecho con zumo de naranja, o tintas base agua, aunque no se comercializan en México.
En esta labor de difusión, el CaSa lleva sus programas a otros espacios del estado de Oaxaca, paralelo a la Escuela de grabado se realiza en la ciudad de Juchitán, el taller La otra gráfica. Proyectos participativos, en colaboración con La Curtiduría, Colectivo Bicu Yuba, Laboratorio Oaxaca, Taller Gráfica Actual Oaxaca y ARS Museografía.
De mayo a julio de 2017 artistas de la región del Istmo, se capacitaron en el espacio El Ocote en la ciudad de Juchitán, para aprender las bases del grabado por electrólisis, además de asistir a conversatorios públicos en los que se abordó el proceso creativo y el medio gráfico, tomando como ejes temáticos la identidad, la comunalidad y la colectividad. La otra gráfica contó con la participación de Rogelio Azcárraga, Francisco Quintanar, Ernesto Alva y Rodrigo Téllez.
Varios de los alumnos que han cursado este programa académico, han estado trabajando con la técnica. Cuando terminan su capacitación, se les brinda la oportunidad de producir su obra en el taller de gráfica tradicional del CaSa, en una residencia de producción. Algunos de ellos fueron invitados por el Instituto Cultural de Aguascalientes a una residencia de una semana para producir su obra, en el 2016. Incluso, Silvia Castellanos, parte de la segunda generación del programa, expuso en mayo de este año, piezas realizadas durante el taller, en el Centro de Arte Cultural de la Alianza de Artes de Whitewater, en Wisconsin, Estados Unidos.
Todas las actividades del Centro de las Artes de San Agustín son gratuitas, se puede consultar la cartelera en www.casa.oaxaca.gob.mx, y a los teléfonos (01 951) 52 13042, y 52 13043.