El asesinato del Padre Marcelo es absolutamente inaceptable: ONU-DH
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de julio de 2017.- En 2014 fueron detenidos en nuestro territorio 10 mil 943 menores de edad en condición de migración; en 2015 la cifra ascendió a 20 mil 368; para 2016 fueron 17 mil las detenciones y hasta el 31 de mayo del año en curso había 2 mil 652.
De acuerdo con estudios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el 48 por ciento de las niñas, niños y adolescentes no acompañados en contexto de migración que cruzan nuestro país rumbo a los Estados Unidos, lo hacen por motivos de violencia; el 29 por ciento, por razones económicas, desigualdad social y pobreza, y el 23 por ciento restante, porque intentan reunirse con su familia. La mayoría de esos migrantes tienen edades de entre 12 y 17 años.
El Quinto Visitador General de la CNDH, Édgar Corzo Sosa, quien recientemente participó en el Foro Los Derechos de la Infancia y la Adolescencia en México y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, organizado por la CNDH y la Organización Internacional ChildFund, aclaró que el flujo migratorio de niños sigue siendo el mismo, aunque en 2014-2015 se note incremento de detenciones y 2016-2017 haya decremento.
Eso no quiere decir que haya disminuido la cantidad de menores migrantes, sino que puede ser que no fueron detectados y por ende no se les detuvo. Opinó que en estudios posteriores se comprobará si hay reducciones como consecuencia de la actual política migratoria de Estados Unidos.
Corzo Sosa hizo un llamado a reconocer la obligación de las instituciones de los Estados nacionales para asegurar que a las niñas, niños y adolescentes migrantes se les proporcionen cuidados y asistencia especiales, fundamentales para su protección, desarrollo y supervivencia.
Refirió los resultados de diferentes estudios en esa materia, llevados a cabo por la Comisión Nacional, como el denominado: Informe sobre la Problemática de Niñas, Niños y Adolescentes Centroamericanos en Contexto de Migración Internacional no acompañados, por su tránsito por México y con necesidades de Protección Internacional.
Destacó que el INM no debe hacer ningún cambio estructural en sus instalaciones para tratar de albergar a la niñez migrante no acompañada, sino buscar inmediatamente centros de asistencia social, aunque acepta que no hay suficientes y en ocasiones su cupo es limitado.
Por ello, aseguró, es necesario saber con cuántos de esos lugares se cuenta, pero también conocer el perfil de las personas que los atienden, aspecto que debe ser altamente cuidado porque los infantes migrantes padecen múltiples circunstancias de vulnerabilidad.
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