Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
Teléfono Rojo
Los consejeros del INE andan en busca de sus prestigios perdidos
Los amenaza la condena de la sociedad o la rectificación del Trife
Mancera hace su propio sondeo: tiene 12% de intención del voto
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de julio de 2017.- Los consejeros electorales andan muy preocupados.
¿Por su mal papel en la vigilancia y supervisión de las elecciones en Veracruz, estado de México, Coahuila y Nayarit?
No, para nada.
Su angustia es cómo salir librados de unas campañas y votaciones bajo sospecha por mil razones de las cuales son culpables:
No hubo registro, y no se pida auditoría, en tiempo real a los candidatos y partidos participantes en las contiendas de las cuatro entidades.
Y ahora el Instituto Nacional Electoral (INE) de Lorenzo Córdova se ahorca con su propia soga porque no actuó cuando debía y no sabe cómo cuadrar las cifras. ¿Acaso no era previsible la movilización de un gran ejército de militantes y ciudadanos para vigilar casillas, con al menos dos participantes por cada fuerza electoral?
¿Y por qué no auditó si las principales siglas –en todos lados el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en otros Acción Nacional (PAN) y en poquísimos el desfalleciente Partido de la Revolución Democrática (PRD)- pagaban o no a sus operadores?
Ahora los consejeros inventan cifras, calculan gastos, sospechan lo necesario y cómo se les entregó y cuánto costó. Números sin sustento real, impugnables en tribunales.
Les asusta ser exhibidos por el Trife
Pero su principal angustia no es por ese enredo ni su intríngulis.
Para nada.
Quieren librar un poco su imagen personal e institucional y cómo lavarse el rostro burlado y manchado para no ser hazmerreír de la sociedad ni del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Por eso cambian de ánimo, de juicios, de estrategia.
Si el juicio sobre Coahuila hubiese sido el viernes pasado, no lo dude usted: la mayoría de los once consejeros, con Lorenzo Córdova a la cabeza, habrían declarado violados los topes de campaña.
Sería el mejor sustento jurídico al Trife de Janine Madeline Otálora para anular las votaciones de junio en Coahuila.
Pero perdidos como están los consejeros en su propio laberinto, esperarán información adicional de los partidos para, sobre todo, modificar criterios en torno a los gastos partidistas ante las ánforas.
Sin esperar esos resultados, está a vistas la realidad: este INE ha dejado de ser institución de certeza y ha enturbiado más las mañas, los malos manejos y demás cochinadas de partidos y candidatos.
Encuesta propia: Mancera tiene 12%
1.- Miguel Mancera opera en doble vía rumbo al proceso electoral del 2018. Públicamente negocia y arma un frente opositor de partidos, organizaciones no gubernamentales, universidades, colegios de profesionistas, etcétera.
Y del otro mide sus posibilidades, según las cuales él tiene 12 por ciento de intención de voto entre fuerzas y aspirantes visibles entre la izquierda radical y la derecha azul.
Nada mal, si al final respalda su imagen ciudadana con el gran movimiento anti sistema y anti partidista imperante en México, signo también mundial.
Y 2.- el Congreso de la Unión espera un primer reporte de Carlos Ramírez sobre el manejo de los recursos de trabajadores en la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
No lo hizo en tiempo, pero varias fracciones mantienen su demanda de hacerlo comparecer para tener información directa sobre cómo supervisa esos fondos, como actúa le marcado y las prácticas monopólicas del llamado “cártel de las Afores sancionadas”.