Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de septiembre de 2017.- Distraído en la construcción del Frente por México y en fijar su atención en la candidatura de coalición o cuando menos en la Secretaría de Gobernación del presunto próximo gabinete aliancista, el gobernador chihuahuense Javier Corral Jurado ha descuidado el frente interno de su estado y por ahí se han vuelto a colar las bandas criminales para convertir Chihuahua en una Tamaulipas, mezclada de Michoacán, Guerrero y Sinaloa.
La matanza realizada en el centro de rehabilitación Ignacio Manjarrez Ayub fue producto de la impunidad y libertad de acción que han encontrado los cárteles en Chihuahua a raíz de la llegada de Corral como gobernador panista. Esa matanza se enlista a otros casos emblemáticos: el asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea, abatida en marzo por difundir denuncias contra el crimen organizado. Pero la lista es tan amplia que en los primeros siete meses de este año se han dado casi mil 700 crímenes violentos en Chihuahua.
El asesinato el martes pasado de catorce personas en un centro de rehabilitación ha revelado no sólo el acto criminal en sí, sino la libertad de acción de los grupos criminales por la pasividad de las fuerzas estatales y municipales de seguridad. Los ataques contra centros de rehabilitación envían el mensaje macabro de los cárteles de que no quieren menos consumidores. El dato de que el centro Manjarrez operaba semi clandestinamente indica el miedo a los delincuentes.
La plaza criminal de Chihuahua ha sido apetecible para el crimen organizado, sobre todo por el poder recuperado del cártel que operaba en Ciudad Juárez y que paulatinamente ha ido regresando a la zona. Ahora se confirma que la prioridad de Chihuahua no era la corrupción del gobernador saliente –en fuga, protegido por autoridades federales y lejos del sistema vengativo de justicia de Corral–, sino el crimen organizado.
Sin embargo, nada parece preocupar al gobernador panista Corral y a su jefe operativo Gustavo Madero, los dos más interesados en los asuntos panistas que de gobierno. Y entre su presencia en el PAN y sus juegos de golf en entidades vecinas, Corral ha ido soltando los hilos de poder de Chihuahua.
Y lo más grave del estilo personal de gobernar de Corral ha sido el hecho de que al asumir el poder ratificó a buena parte de la estructura de seguridad del gobierno anterior del priista César Duarte, toda ella contaminada por acuerdos con el crimen organizado.
El mejor termómetro político, social y de inestabilidad en Chihuahua es la irritación del poderoso sector empresarial porque al final de cuentas la violencia ahuyente inversiones, atemoriza a ciudadanos y aumenta el costo de la seguridad privada por la desconfianza e incapacidad de la seguridad pública actual.
Hasta ahora el gobierno de Corral ha sido incompetente en seguridad, un poco por la falta de profesionalismo y la desorganización de las fuerzas de seguridad por el cambio de gobierno pero con indicios de que hay también un alto índice de complicidad de la seguridad pública estatal y municipales con los cárteles.
Queda, al final, el registro de que en pocas ocasiones han ocurrido en México asesinatos masivos por el crimen organizado y que el abatimiento de catorce personas recuerda al Chicago de los años veinte, los asesinatos en San Fernando, Tamaulipas, y el significativo de los 43 normalistas de Ayotzinapa liquidados por narcos con la complicidad de gobiernos perredistas municipales y estatales.
Política para dummies: La política es la habilidad para tapar hoyos, no para abrirlos.
Sólo para sus ojos:
· Los análisis sobre EU de Trump deben ser fríos. El caso de los jugadores hincados durante el himno ha abierto el tema del patriotismo que es tan hondo en ese país, el hecho de que las invasiones imperiales sirven para imponer su estilo de vida y que la brutalidad policiaca contra negros está lejos del patriotismo del himno. Pero también que el negocio del futbol tiene contratos por 50 mil millones de dólares hasta el 2020, genera 4 mil millones de dólares de publicidad y los inversionistas están viendo una caída en la asistencia. O sea, es el negocio, no el patriotismo.
· Si los partidos querían recuperar bonos con sus anuncios de regresar dinero para la reconstrucción, la mala operación ha ido dejando en los ciudadanos una peor imagen.
· A pesar de lo apretado de los tiempos, puede aventurarse la hipótesis en el sentido que los terremotos no alterarán el proceso electoral en los partidos, si acaso lo atrasarán en tiempo. O sea, que no pasará nada.
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