La Constitución de 1854 y la crisis de México
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de noviembre de 2017.- Todas las encuestas conducen a esta conclusión: el aspirante más competitivo que tiene el PRI para la Presidencia de la República es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Aurelio Nuño Mayer y José Antonio Meade, los otros dostapados a los que se atribuyen posibilidades, no alcanzan una calificación suficiente ni entre el electorado abierto ni entre los priistas. Y José Narro, incluido en la lista de los presidenciables por el senador Emilio Gamboa, está mejor calificado entre los priístas y entre la población, pero carece del afecto de quien decidirá.
La encuesta más reciente que refleja esos datos con toda nitidez es la realizada por Consulta Mitofsky y publicada en el diario El Economista el 26 de octubre. Aunque en su conclusión el diario destacó una ligera ventaja del frente PAN-PRD-MC sobre las alianzas PRI-PVEM y Morena-PT, que aparecen con 24.5, 21.1 y 20.6 por ciento de las preferencias del electorado, respectivamente, lo cierto es que ese no es el dato de mayor interés del estudio, porque todo cambia cuando a las coaliciones se agregan los nombres de los posibles candidatos. Ahí el puntero es Andrés Manuel López Obrador, pero sale a flote con toda claridad la fuerza de Osorio Chong.
En el caso de que los candidatos de las alianzas fueran Ricardo Anaya Cortés por el PAN-PRD-MC, Osorio Chong por el PRI-PVEM y López Obrador por Morena-PT, se registra un virtual empate entre los tres, con 21.2 por ciento para Anaya, 21 para Osorio Chong y 22.3 para López Obrador. Si en ese escenario el candidato del PRI-PVEM fuera Nuño, éste obtiene 17.3, Anaya 20.1 y López Obrador aumenta a 24.6 por ciento. Y si el candidato fuera Meade, la encuesta le adjudica 17.6, mientras a Anaya le da 19.5 y a López Obrador 23.1 por ciento de la votación.
Están medidos otros escenarios, en los que aparecen Miguel Ángel Mancera o Fernando Moreno Valle por el Frente, y en ellos permanece la buena posición de Osorio Chong y siempre gana López Obrador. El que pierde en todas las combinaciones es Meade. Al margen, esta encuesta reporta que Margarita Zavala es la aspirante independiente con mayor puntaje, pero éste no pasa de 8.9 por ciento.
Un detalle importante a tomar en cuenta es que esta encuesta se realizó dos meses después de que Meade fuera prácticamente destapado en el PRI en el supuesto de que es el favorito del presidente Enrique Peña Nieto, y de que el secretario de Hacienda emprendiera una campaña no declarada por todo el país y con el notorio apoyo de los medios electrónicos. Es decir, los resultados de Consulta Mitofsky muestran que Meade no ha levantado ningún entusiasmo en ninguna parte, ni dentro del partido en el poder, cuando la sucesión en el PRI está a punto de consumarse.
Otro sondeo, publicado por el periódico El Financiero el 16 de octubre, ya había expuesto la debilidad extrema de José Antonio Meade dentro y fuera del PRI. En este estudio la ventaja de Osorio Chong es abrumadora sobre Meade, Nuño y José Narro. En la pregunta ¿a quién prefiere como candidato del PRI a la Presidencia?, el secretario de Gobernación obtiene 47 por ciento entre los priistas y 26 entre la población general, frente a 5 y 3 por ciento de Meade, 6 y 3 de Nuño y 8 y 7 de Narro. Una novedad alterna es que el secretario de Salud tiene mayor reconocimiento en el PRI que Meade y Nuño.
Los resultados de estas encuestas no pueden ser muy diferentes de los resultados obtenidos por las encuestas de la Presidencia, que deben estar en este momento en el escritorio de Peña Nieto. Hasta ahora, las encuestas encargadas por la Presidencia, y que han trascendido a la prensa, han mostrado datos similares o iguales a las que suelen aparecer publicadas, e incluso han coincidido en la ventaja de López Obrador.
Es evidente que, en la tradición del dedazo, Peña Nieto puede inclinarse por quien quiera según su muy personal criterio. Pero tampoco puede simplemente hacer a un lado la realidad y heredar el poder (esa es la premisa bajo la cual opera la sucesión priísta, la facultad del Presidente de heredar el poder) arbitrariamente. Es evidente también que en el PRI quieren a Osorio Chong, y que éste tiene a su favor la tendencia del electorado. La creencia de que una vez destapado el candidato del PRI el país se volcará hacia él es una apuesta sin fundamento. Sobre todo, a la luz del experimento desarrollado desde agosto con el casi destape de Meade, pues dos meses después el secretario de Hacienda no ha crecido en la simpatía ni de la población ni de los priístas. Tampoco Nuño, por cierto. Por esa razón, existe una alta probabilidad de que Peña Nieto opte por Osorio Chong. Este mes se sabrá.
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Fuente:
Quadratín Guerrero