Iguales, Chile (1971) y México (2018)
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de marzo de 2018.- En el inicio de las campañas electorales propiamente dichas, dos problemas preocupan en especial a los mexicanos: la inseguridad y la pobreza.
Ante el anuncio de que el actual régimen rebasó el número de muertes dolosas de Felipe Calderón -casi 103 mil con un año crucial el 2017, el más sangriento, con 23 mil-, y siguen 8 meses de gobierno, ¿qué opción de seguridad se ofrece y que programas pueden mejorar la economía mexicana? Cada candidato tendrá que desbrozar sus propuestas, que en las condiciones actuales tienen carácter de emergencia.
Hasta este momento y de acuerdo con las plataformas registradas, la propuesta de seguridad adelanta tramos de lo que cada aspirante pretende realizar, pero hay divergencia en la situación en la que estará el Ejército.
Andrés Manuel López Obrador –que ha dicho que regresará al ejército a los cuarteles- lo incluye en un mando único de militares, marinos y policía en lo que sería la Guardia Nacional, al rescatar la antigua Secretaría de Seguridad. Se trata, dice, de un cambio radical en el que no se responderá con violencia la violencia.
José Antonio Meade se inserta en el proyecto actual de Ejército y Marina en las calles y ha refrendado que será el mismo proyecto de dos sexenios, que ha dejado tantos muertos. Y lo hará, sostiene, a partir de enfrentar al crimen organizado con incautación de armas y bienes y cambios normativos.
Ricardo Anaya, por su parte, ha advertido en sus prolegómenos que desmantelará los aparatos actuales de seguridad, utilizará las tecnología más avanzada para enfrentar a la delincuencia y se confiará en la policía.
En el segundo enfoque, el económico, cada quien ofrece desde sus perspectivas ideológica y política, en concreto, mejorar el país.
AMLO propone recuperar el campo, impulsar el empleo y el bienestar. ¿Que nos espera en este angustioso avatar a los mexicanos?
Para Gogol, las almas muertas eran las rémoras que succionaban desde el poder
Nikolái Gógol, el gran escritor, dramaturgo y poeta ruso, nació en Ucrania en 1809 un día después del inicio actual de la segunda etapa de las campañas electorales -31 de marzo según el calendario gregoriano, aunque algunos se van por el calendario juliano que lo sitúan el 20 de marzo- y tendría en este momento 209 años. Es conocida su imagen de rostro afilado con melena corta trazada en el medio.
Al escribir ‘Las almas muertas’ (Alianza editorial 2011. Muchas editoriales), puso en evidencia la corrupción y doble moral de los ricos terratenientes rusos que explotaban a sus siervos y violaban el fisco. Y al mismo tiempo a gobernantes que no actualizaban registros de propiedades, se hacían de la vista gorda y cobraban los impuestos de los siervos muertos.
En lo que es considerada una metáfora, Gogol usó su obra para exhibir a esos personajes corruptos, como las verdaderas almas muertas que eran una rémora en su país. Fue una sátira para exhibir a la Rusia feudal y a los gobiernos zaristas, aunque dentro de sus acerbas críticas, Gógol no tuviera nada de izquierdista.
Gogol fue un escritor genial, controvertido en su vida, pero no en sus visiones reflejadas en sus obras y debido a ello tuvo que vivir varios tramos en el exilio. Escribía fantasía para eludir la persecución y en su corta vida -murió a los 42 años- hizo obras que están en el pináculo de la literatura rusa, novelas, relatos, obras de teatro; El inspector (al que le dieron un llegue Rius y Arau en Calzonzin Inspector), Taras Bulba, La nariz, El capote, Diario de un loco, que representó aquí durante 25 años el actor Carlos Ancira, entre muchas. Respecto a su obra central, aquí también hay en sentido figurado muchas almas muertas en el medio privado y en el poder, pero lo más terrible es que las hay en la realidad, con tantos miles y miles de muertos por la ineficiencia del gobierno y sus malas decisiones para enfrentar la inseguridad.