Diferencias entre un estúpido y un idiota
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de mayo de 2018.- La candidatura del político de la patada, Cuauhtémoc Blanco, a la gubernatura de Morelos, está en una tablita.
Es que aunque ya libro la acusación de haber recibido 8 millones de pesos para que aceptara ser candidato a la alcaldía de Cuernavaca, todavía le falta que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, de su veredicto final sobre la falsificación de documentos oficiales.
El Cuau, como le gusta que digan, libró la primera acusación porque los hermanos Yáñez, propietarios de la franquicia del PSD, optaron por hacer perdidizo el contrato que firmó el ex futbolista con ellos, porque actualmente buscan nuevos cargos de representación popular y ese contrato los incriminaba a ellos como partido político.
El Tribunal Electoral Estatal declaró que no había pruebas contundentes para fincar responsabilidades a Cuauhtémoc Blanco y ya quedó tranquilo, pero sólo por ese delito.
Tendrá que espera a que la Fepade concluya sus pesquisas y determine si el Cuau se prestó para falsificar una credencial de elector e inventó un domicilio, que le hicieron a modo los Yáñez, para poder encumbrarlo a la presidencia municipal de Cuernavaca,
Dicen los que saben que esta resolución de la Fepade será presentada una semana antes del 1 de julio, con el fin de que se inhabilite la candidatura de Cuauhtémoc y no le quede a López Obrador, dueño de Morena, más remedio que designar candidato a Rabindranath Salazar.
Tal vez por eso Cuauhtémoc Blanco no ha hecho campaña formal, se dedica a regalar balones autografiados a quien se le acerca cuando camina por las calles, no de Cuernavaca, sino de poblaciones alejadas, en donde la gente no sabe que como alcalde fue un fiasco.
La gota que derramo el vaso de la irresponsabilidad de este farsante, es que decidió no acudir al debate que tuvieron ayer los candidatos a gobernar Morelos, aduciendo que no iría porque no caería en la trampa de sus contrincantes.
Pronto veremos si llega a la final de la contienda electoral y no termina en la cárcel acusado de falsificación de documentos federales.
EL PULSO.- Por cierto, en la Cámara de diputado quedo resuelto el conflicto con los más de mil empleados que apoyaron el trabajo de los legisladores. A todos los invitaron a firmar, voluntariamente y a producto de gallina, la carta de renuncia a cobrar tres meses de sueldo, pero a cambio recibirán un finiquito (recompensa le llaman), que comprende tres meses de salario, parte proporcional del aguinaldo y 12 días más por cada año laborado. Según las fuentes consultadas, la responsable del despido anticipado de los empleados, fue la directora general de Recuso Humanos, Abril R. Aguayo Buentello, quien sin importarle poner en riesgo el prestigio de la institución, actúo pensando que con eso se ganaría la repetición en el cargo que ocupa por obra y gracia del yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín, quien tuvo todo el poder en San Lázaro, hasta que lo sacaron para enviarlo a hacer campaña para el Senado, en su natal Yucatán. Sin embargo, el tiro le salió por la culata a la ingeniera administradora, pues se va a ir junto con todo el personal que despidió, a más tardar en el mes de septiembre, cuando lleguen los nuevos diputados y se repartan el pastel.