El episcopado ante el segundo piso de la 4T
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de junio de 2018.- Creer o no creer en las nuevas gasolinas, esa es la cuestión y no precisamente en el tono de William Shakespeare, pero sí con un fuerte fondo arraigado en el humor social del mexicano que permea sobre la calidad de los hidrocarburos que se despachan en las novedosas marcas de Estaciones de Servicio que ahora existen en todo México. Sin duda este es el gran reto de mercadotecnia para los empresarios gasolineros.
Una de las grandes ventajas que ofrece la reforma energética -digan lo que digan- es la abierta competitividad que ahora existe en el mercado nacional, una variedad que al consumidor mexicano le da poder en su decisión de compra; lo anterior se refleja desde el inversionista que arrancó de la franquicia PEMEX –de la Empresa Productiva del Estado, Petróleos Mexicanos- 21 por ciento de las 11 mil 776 Estaciones de Servicio que operan en el país emigrando a nuevos modelos nacionales o a los consolidados internacionales con presencia mundial.
Al momento, ya son 35 marcas diferentes a PEMEX que están presentes en México. En ese sentido, muy poco se ha permeado en el consumidor nacional que sí bien la gran mayoría todavía utiliza gasolinas distribuidas por la petrolera mexicana, son Shell, BP, Total y recientemente Repsol que ya agregan un aditivo especial durante el proceso de almacenaje para darle un mejor rendimiento al consumo de la gasolina una vez arrancado el automóvil.
Justo en este momento estoy realizando un simple estudio en las nuevas gasolineras establecidas en el territorio oaxaqueño, particularmente en Tuxtepec, San Jacinto Amilpas y Oaxaca de Juárez. Hasta ahora, menos del 10 por ciento de los consumidores saben que la gasolina que compraron tiene un aditivo especial puesto por BP o Repsol. A través de mi sitio web www.DavidDorantes.mx así como en mis redes sociales, he ventilado la prueba que estoy realizando, siendo para mi sorpresa que se agranda el nivel de desconocimiento del consumidor, persistiendo en su totalidad una duda generalizada sobre litros de a litro despachados.
En 2017 comercializó PEMEX la histórica cifra de 443 mil 050 millones de pesos, 31 por ciento más que en 2016. Sin embargo, desde 2018 ya importan su propia gasolina Glencore y ExxonMobil, empresas que serán seguidas por una veintena más de empresarios. ¿Sabe el consumidor mexicano de esto? No, porque la mercadotecnia está enfocada en abrir las plazas de las Estaciones de Servicio y nada están haciendo para persuadir la arraigada idea que todas son gasolinas de la petrolera mexicana, adicionados por la duda que ofrezcan litros de a litro.
De acuerdo a la información proporcionada por la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (ONEXPO), las nuevas marcas gasolineras abarcan 18.5 por ciento, una cifra nada despreciable para la diversidad que ahora ya tiene el consumidor. Sin duda, el reto será tener mayor avance de Estaciones de Servicio que no sean de PEMEX antes de finalizar el año, pero también en hacer creer -con hechos reales- a los mexicanos en las nuevas gasolinas. ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx
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David Dorantes es periodista especializado en el sector energético y consultor en comunicación política. Premio Nacional de Periodismo como Mejor Corresponsal del Año (2011), Premio Trayectoria en Comunicación (2016) por el Senado de la República de México, Becario del Departamento de Estado (International Exchange Alumni) en Estados Unidos y cobertura en Washington de las elecciones de Barack Obama (2012).
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