El pleito eterno: política vs brevedad
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de octubre de 2018.- Comunicar desde una institución de gobierno es un reto por demás grande e interesante, porque si bien se cuenta con el llamado aparato, ya no es suficiente porque los canales de comunicación e información han cambiado de manera acelerada.
El comercial que antes se colocaba en la televisión durante el noticiero estelar nocturno era incluso comentado al día siguiente, las marcas peleaban por estar allí (siguen peleando por estar en los mejores lugares), pero ahora no basta con ese comercial, la estrategia de comunicación tiene que ser más amplia, con más imaginación, o para usar un término millennial: integral.
Si hoy en día un responsable de comunicación social de un gobierno municipal o estatal solamente piensa en el envío del boletín o comunicado oficial (por mail o por whatsapp), estará haciendo un trabajo del siglo pasado con resultados pobres en un siglo 21 vertiginoso y en constantes modificaciones en la manera de informarse del público objetivo, el cual tiene acceso a miles de momentos en pantallas, dispositivos, lugares, espacios y ámbitos por demás distintos.
La competencia por ganar el espacio mediático es injusta, pues ese contenido, por lo regular positivo para el gobernante en turno, ya una inauguración de obra, corte de listón, entrega de beneficios, por citar los más recurrentes positivamente hablando, estará compitiendo en el espectro mediático con la nota roja (que sigue vendiendo), con la amarillista, y con los otros comerciales en medios tradicionales.
Si el spot de radio no es original, y se recurre a lo acartonado (porque somos el gobierno), pasará inadvertido aunque sean seis spots seguidos en un corte como lo hace actualmente Presidencia de la República en estaciones del interior del país, esto sin olvidar que terminando esa tanda inicia la verdadera competencia de retención con su odiado rival: la canción de moda.
También debemos considerar que en fechas recientes hay actores en la escena mediática: el infaltable escándalo de día, que mal atajado puede volverse de la semana o del mes o de la administración, o bien el meme que todos comparten en redes sociales, incluidos los famosos grupos de whatsapp, imposible no pertenecer a alguno de ellos ya sea familiar, laboral, afectivo u otro.
El enemigo de la comunicación de gobierno ha cambiado, la competencia por penetrar y ganar la atención de la ciudadanía cada vez es más peleada, el gobierno que antes era omnipresente ahora parece estar alejado de la gente, no entra a su intimidad de pantalla mientras ve Netflix o Amazon prime, ni tampoco en sus app donde descarga música, o en el cajero automático donde cada quincena hace fila por sacar el dinero que le ayudará a sobrevivir esos días, ni mucho menos en las mesas de café con los amigos.
El reto en la era de Thanos (personaje de Avengers que elimina a la mitad para que sobreviva la especie) es precisamente saber colocarse en la mitad que se queda, y que haga su papel en la mente de la ciudadanía.
Llegar a la gente ya será el primer logro, si lo consigue cualquier gobierno, ahora sigue el segundo paso, consolidar un mensaje eficiente y efectivo.
Y por muy avanzado o de vanguardia que sea un gobierno, el trabajo de la tecnología debe ser acompañado de la vieja escuela del perifoneo, volante, y sobre todo la comunicación directa, en esa medida se podrán ver avances que conlleven por finalidad sobre todo dos cosas: hacer lucir el trabajo de quien encabeza el esfuerzo del gobierno, y generarle condiciones de gobernabilidad para su administración.
@rvargaspasaye