Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
Cipriano Flores Cruz
OAXACA, Oax., 28 de octubre de 2018.- Para saber con objetividad el estado de las relaciones económicas no hay más remedio que seguir al punto las manifestaciones de las relaciones políticas. La política es la expresión más inmediata de la correlación de fuerzas de la economía y de su posible camino. La lucha de clases es la manifestación del estado de las relaciones económicas.
Si esto es así, hace un buen tiempo, en la historia de nuestro país, no se manifestaba un alto nivel de la lucha de clases. Bastó una consulta, si usted quiere con todas las deficiencias posibles, por la ubicación de un nuevo aeropuerto, para que las clases se manifestaran al desnudo sin rubor alguno.
Los poderosos, arropados en distintas expresiones, mostraron sus armas: unos, exigiendo al Presidente electo la toma de decisión a favor de sus intereses; los otros, haciendo campaña abierta de promoción del miedo respecto a una posible inestabilidad económica si se afectan sus intereses; los más, descalificando la consulta, incluso, prestándose para hacer caer a los organizadores en diversas trampas, como algunos reporteros que votaron varias veces para, supuestamente, demostrar la fragilidad de la consulta.
Llamaron a voces, supuestamente autorizadas para denostar la consulta, como antiguos presidentes del IFE, intelectuales orgánicos, periodistas aliados a los poderosos, desde luego, no podían faltar los voceros de las cámaras de los industriales y de los comerciantes. Difundieron informes, algunos exactos, otros manipulados. En general, el gobierno saliente, sospechosamente calló y cayó, para algunos analistas, el grado de su derrota y de sus aliados lo hizo enmudecer y cuidar su salida del poder político.
Por el lado del gobierno entrante, respaldado por la mayoría absoluta de los votantes, encabezado por su líder, Andrés Manuel López Obrador, se siente con la suficiente fuerza para iniciar un cambio de régimen político, es decir, un cambio de las reglas políticas, y del modelo económico, esto es, el neoliberal, por otro de mayor justicia para la gran mayoría. La consulta pues, expresa la disputa por la Nación, por su rumbo y contenido.
El Presidente electo, viejo lobo de mar, como en el juego de dominó, sale con una ficha persiguiendo otra. La ubicación del aeropuerto por el resultado de la consulta está en sus manos. Su propuesta de campaña de cancelar su ubicación en Texcoco cae en el contexto de la campaña electoral, la consulta, en cambio, cae en el campo de su proyecto de gobierno y la de llegar a los acuerdos necesarios con los poderosos para que participen en su proyecto nacional, invirtiendo sus capitales, ofreciendo las garantías necesarias a sus inversiones, con la única condición: el gobierno está por encima de los intereses de clase y de una relación fuera de la corrupción.
La consulta, por tanto, es un recurso estratégico de AMLO, para negociar con los poderosos con el respaldo de sus electores.
El pueblo inteligente, que sabe, además de que es siempre bueno, será su respaldo ante el gran compromiso que se ha llevado a cuestas: La Cuarta Transformación de México, además, ser el mejor Presidente de los últimos 78 años, nada fácil por cierto. Para ello, tiene que ser audaz, inteligente, manipulador, sereno, simulador, enérgico, valiente, encarador, calculador, controlador, es decir, utilizar todas las artes de la política. La mayoría ya le reconoce algunas de estas virtudes.
Supongo, que él y su equipo valoraron las consecuencias de las deficiencias de la consulta: error de octubre le han llamado; acto fraudulento han dicho otros; ilegal, no vinculante, no representativa, han dicho los otros; lo cierto es que puede ser todo ello, sin embargo, la consulta no será el fundamento para la toma de decisión del nuevo gobierno, sólo fue una forma de “medirle el agua a los camotes”, la decisión final de la ubicación del aeropuerto lo decidirá AMLO y su equipo de acuerdo a las negociaciones con los poderosos, conocidos hoy en día como los mercados.
La utilidad efectiva de la consulta es, ninguna duda cabe en ello, la confianza que se les ha otorgado a los ciudadanos para hacer su propia historia, seguramente, asistimos a la consolidación de tres formas de la democracia en nuestro país: la representativa, la participativa y la comunitaria, para mi gusto, este es el verdadero valor de la consulta, lo demás son juegos de poder, por eso fui a votar, el Congreso tiene la palabra.