Ante tecnología, el periodista debe cambiar la forma de contar historias
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 28 de octubre de 2018.- No obstante la declaración del presidente electo Andrés Manuel López Obrador para frenar la posibilidad del Fracking en la Huasteca Potosina, la preocupación de los pobladores, de que se lleve a cabo esa práctica en varios municipios huastecos, sigue latente.
La razón es que la selva tropical rica en vegetación, frutos y especies animales endémicas, también ofrece otro atractivo a la vista de todos: pozos de petróleo y gas.
Actualmente, en los municipios de San Antonio, Tanlajás y Tancanhuitz a aproximadamente 350 kilómetros de la capital del Estado existen varios ductos de hidrocarburos; tal es el caso del ejido Agualoja, en Tanlajás donde a escasos metros de algunas viviendas y sin ninguna seguridad existe un pozo del cual emanan fuertes gases tóxicos.
Quadratín San Luis Potosí, acudió al sitio y constató su presencia y los olores que de allí emanan. El temor de los pobladores, es que con estos pozos se facilitaría la extracción de los carburantes mediante la técnica del Fracking.
El pasado 24 de julio del presente año elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ingresaron a parcelas de habitantes de la comunidad de San Pedro en el municipio de San Antonio, custodiando una camioneta que transportaba personal de la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), quienes realizaban una exploración de los pozos que en ese lugar se ubican.
Esto detonó que pobladores se alertaran ante la posible aplicación de la técnica del Fracking, que consiste en la fracturación de la roca madre a través de explosivos combinados con un cóctel de más de 260 sustancias tóxicas para el agua, el aire y el subsuelo, lo que acabaría con especies endémicas de flora y fauna que existe en esta región de San Luis Potosí, donde también se prevé la utilización de millones de litros de agua.
A esto se sumó la existencia de un permiso expedido por el Ejército Mexicano, en el que se autorizaba el traslado en carreteras potosinas, almacenamiento y uso de 190 mil kilogramos de explosivos, que serían utilizados en pozos ubicados en al menos cuatro municipios huastecos, San Antonio, Tanlajás, San Vicente Tancuayalab y Tamuín.
Ello motivó a que se realizaran intensas movilizaciones en las diferentes regiones potosinas, en las que participaron más de cinco mil personas provenientes de los estados de Veracruz, Puebla, Hidalgo, Ciudad de México y por supuesto, de San Luis Potosí.
Lo anterior obligó al en ese entonces alcalde de Tanlajás, Domingo Rodríguez Martell y su cuerpo de regidores a blindar el municipio, declarándolo una Reserva Ecológica, “KO’BIXTALAB K’AL AN LABIDH XE’TSINTALAB”, que significa “Protección de la Vida Sagrada”, aunque aún falta la aprobación por parte del gobernador Juan Manuel Carreras López, ya que eso conllevaría publicarlo en el Periódico Oficial del Estado y darle legalidad a la solicitud de los tanlajenses. Organizaciones indígenas, pobladores en general, activistas y políticos se han pronunciado en contra del fracking, aunque hasta el momento, no hay una garantía para que esta técnica no sea aplicada.