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OAXACA, Oax., 2 de noviembre de 2018.- A finales de octubre los campos se transforman en espejos del sol, la hierba verde se dora con el cempasúchil; amarillo que más tarde pinta, viste y aromatiza los mercados de México, anunciando la visita de las almas que partieron.
El cempasúchil (vente flores por su significado en náhuatl), florece en todos los altares de la nación mexicana que preparan la llegada de nuestros seres queridos.
Considerada Patrimonio Intangible de la Humanidad por la UNESCO, esta festividad acrisola su origen indígena con las tradiciones católicas, enriquecida con la cosmovisión y diversidad de los Pueblos y Comunidades Indígenas de México, que le dan un matiz único en cada región.
Acompañando a las mariposas monarca en su recorrido, realizaremos un muy breve viaje por las ofrendas y las regiones de México.
Nos detendremos primero en la isla de Janitzio.
Las festividades purépechas inician el 31 de octubre con el kuirisi- atakua o caza del pato, algunas comunidades de la Isla de Pátzcuaro aún conservan esta tradición en la que se comparte la caza, en una convivencia entre vivos y muertos.
Para los purépechas en Michoacán y Mazahuas en el Estado de México, regiones en donde encontramos los santuarios de la mariposa monarca, tiene un significado muy especial, pues las mariposas son el alma misma de nuestros difuntos que regresan.
Cuando se empezó a rendir culto a los muertos de la manera que hoy lo conocemos, sintetizando las culturas prehispánica y española, el 1 y 2 de noviembre coincidía con la llegada de la mariposa monarca a los bosques del Estado de México y Michoacán.
Este acontecimiento es más que una explicación de la filosofía de nuestras creencias.
A los altares de Oaxaca les acompañan los tapetes de aserrín sin faltar el mezcal, es el estado con mayor presencia indígena de México, y quizás por ello el que mayor diversidad y riqueza nos comparte en estas celebraciones, algunas más solemnes, otras más festivas, pero todas con la alegría de recibir a nuestros seres queridos.
En la Huasteca; en los Estados de Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí y Veracruz, se realiza el Xantolo, además de los altares se reciben a los muertos con cantos, música y danzas.
A la mariposa o papalotl (en náhuatl) al llegar a Yucatán le cambian de nombre y color por péepem (mariposa en Maya), en la península se realiza un culto a los muertos que ha trascendido en el mundo; es el Hanal Pixán, o Comida de las ánimas.
El 31 de octubre se dedica a los niños muertos y es conocida como hanal palal, al otro día, el 1 de noviembre se recibe a los adultos y se le conoce como hanal nucuch uinicoob y el día 2 de noviembre el hanal pixanoob o misa pixán en la que se destaca la celebración de una misa para los difuntos.
En Aguascalientes, en la Isla de San Marcos se rinde homenaje a José Guadalupe Posada, artista creador de La Catrina originario de este bello lugar; en Naolinco Veracruz es una tradición llevar música a los altares en una procesión que se conoce como La Cantada; en Pomuch, Campeche; se realiza una de las celebraciones más impactantes y emotivas, pues se abren los nichos de los seres queridos para limpiar minuciosamente y con cariño las osamentas, se cambian las servilletas bordadas que durante un año vistieron y cobijaron los restos de sus familiares, por otras nuevas, recién bordadas que los cobijarán hasta el próximo año.
Este fue un breve viaje, como breve también es la visita de nuestros seres queridos, prometiendo volver el año próximo para convivir en la riqueza de nuestras tradiciones.