Diferencias entre un estúpido y un idiota
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de noviembre de 2018.- Es propio de los gobiernos autócratas y dictatoriales el empleo cotidiano de dos gemelas perversas que suelen acompañar, siempre juntas, al discurso del poder absoluto; la burla y la amenaza.
Y es que dictadores y autócratas de derecha e izquierda –en la historia–, han burlado y amenazado a los pueblos para mantener el poder y someter a los disidentes.
La burla al pueblo se produce a través del engaño y la mentira y la amenaza mediante el uso de la fuerza; militar, policiaca o paramilitar.
El pasado miércoles, el un boato al mejor estilo de Echeverría, el electo López Obrador presentó el Plan Nacional de Paz y Seguridad, con el que hará frente a la violencia y el crimen.
Según muchos expertos, dicho Plan no es nada nuevo y significa más de lo mismo; más de lo visto con Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto.
Sin embargo, es fuerte el tufo de burla y amenaza en el nuevo Plan. ¿Por qué?
1.- Es una burla –para todos los que creyeron que veríamos el fin de la militarización–, ya que la parte medular del nuevo plan se apoya precisamente en la militarización de la policía, a través de la Guardia Nacional.
2.- Es una burla porque durante años, Obrador, sus partidos –PRD y Morena–, su prensa, sus intelectuales y periodistas orgánicos apalearon la militarización en los gobiernos de Calderón y Peña y que hoy callan, ante la recargada militarización de 50 mil efectivos más, propuesta por AMLO para combatir el crimen.
3.- Es una burla que al justificar la militarización, el nuevo gobierno acuse de corrupta a la Policía Federal –una mayoría de sus policías votaron por López Obrador–, y que sostenga que la violencia y el crimen se deben a la corrupción institucional y no a las corruptas bandas criminales.
4.- Es una burla que se proponga amnistía a los barones del crimen y del narcotráfico, mientras que miles de familiares de víctimas claman justicia.
5.- Es una burla preparar una Guardia Nacional de policías, adiestrados por miliares –los militares están adiestrados para matar–, para combatir al crimen organizado, a cuyas cabezas el propio gobierno de López Obrador amnistiará.
Y si la burla es mayor, la amenaza no es menor. ¿Por qué?
a).- Porque la historia y la terca realidad muestran –hasta el cansancio–, que los gobiernos autócratas y dictatoriales se sostienen gracias el control autoritario de la fuerza pública; sean policías, militares o paramilitares.
b).- Porque todas las dictaduras –las que llegaron al poder mediante un golpe de Estado o las que se apoderaron del poder absoluto a través de métodos democráticos–, se mantuvieron en el poder gracias a cuerpos de civiles y policiacos con formación militar. Esa fuerza pública termina por ser empleada contra los opositores y críticos. Y…
c).- Porque si es cierto que la violencia y el crimen acabarán al terminar la corrupción y al aplicar la Constitución Moral, para qué emplear una Guardia Nacional recargada con 50 mil efectivos adicionales.
¿O emplearán esa Guardia para reprimir?
Al tiempo.