El pleito eterno: política vs brevedad
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de diciembre de 2018.- Andrés Manuel López Obrador logró la recompensa justa a sus largos años de luchador social en favor de los mexicanos más desprotegidos.
El político nacido en Macuspana, Tabasco, se ha convertido en el presidente de México.
En su primer discurso ya como primer mandatario López Obrador cumplió las expectativas de recomposición nacional que había generado entre los mexicanos después de casi 25 años de lucha contra lo que llamó la mafia del poder.
Fustigó a los promotores de un modelo económico neoliberal que detuvo el crecimiento del país, que concentró la riqueza en manos de una minoría rapaz y que depauperó los recursos naturales del país al tiempo que con sus privatizaciones condenó al fracaso a los grandes activos nacionales como los energéticos y las conquistas sociales de obreros, campesinos y la ya mayoritaria clase media.
De sus ofertas una de las que mayor aceptación tuvo entre la población que escuchó su discurso fue la de ejercer un gobierno que acabe con la corrupción y la impunidad.
El mandatario dijo que perseguir a funcionarios del pasado señalados por corrupción es apostar al circo y a la simulación.
Pero aclaró que seguirán las investigaciones abiertas y que en caso de encontrar responsabilidades en cualquier modo de peculado, éste se perseguirá conforme a derecho.
Un compromiso total que asumió fue el de que no tenía margen ni excusas para fallar.
El fastidio social generado por la corrupción, la frivolidad, la impunidad, el favoritismo a los más ricos del gobierno saliente, vio una esperanza de transformación en la vida de México con los compromisos de quien encabeza desde ayer la primera magistratura del país.
Los grandes problemas nacionales, soterrados e irresueltos por un gobierno que se caracterizó por la connivencia con los grandes intereses económicos nacionales y no pocos extranjeros, serán atendidos considerados como las prioridades sociales más importantes del nuevo régimen.
Respeto a los derechos humanos, combate sin corrupción a los generados de inseguridad y violencia en el país, recuperación del empleo, educación democrática y efectiva, fueron los perfiles que resaltaron en el inicio de lo que ha llamado La Cuarta Transformación.
Por el bien de México, esperamos que Andrés Manuel López Obrador logre el cumplimiento de sus promesas de ejercer un gobierno honesto, eficiente y cercano a la gente.