Dos meses de huelga, miles de asuntos pendientes
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de marzo de 2019.- Una vez que fue nominado candidato presidencial del PRI José Antonio Meade, de manera por demás extraña, el entonces dirigente nacional de ese partido, Enrique Ochoa, mejor conocido en el argot de su gremio de taxistas como Clavillazo, se desapareció del escenario de la campaña causando un serio desconcierto entre los priístas.
Una falta de coordinación entre la dirigencia nacional del PRI, en plena campaña presidencial, con su candidato, fue uno de los factores que contribuyeron a la migración silenciosa de miles de militantes a otros partidos, principalmente a Morena, o en el mejor de los casos, a sumarse al ejército abstencionista.
Está por demás decir que Clavillazo no ayudaría a José Antonio Meade gran cosa. Sus talentos nunca fueron ni la capacidad de concertación política y menos la organización de unas bases ante la inminencia de la mayor elección que se lleva a cabo en el país cada seis años.
Ochoa Reza era una burda imposición de Luis Videgaray.
Jamás se le vio en actividades de partido.
Se especula que la credencial de militante que presentó Ochoa en el momento en que se inscribió para ser dirigente nacional, fue una de las viejas credenciales que tenía en su cajón de recuerdos Enrique Jackson en su época de dirigente del tricolor en la capital del país.
Y esa falla del improvisado de Ochoa le costó muchos votos a José Antonio Meade.
Pues esa desvinculación entre la dirigencia de un partido, Morena, y su líder real, Andrés Manuel López Obrador se está reflejando cuando el partido en el poder tiene enfrente varios importantes procesos electorales.
Uno de ellos es el de las elecciones extraordinarias para gobernador en Puebla.
Las encuestas predicen que sea quien sea el candidato de Morena a esa elección ganará los comicios extraordinarios con facilidad a un PAN destrozado y a un PRI en vías de extinción en la entidad.
Yeidckol Polevnsky, cuyo nombre real es Citlali Ibañez Camacho, ya de plano se enfrentó a los senadores de su partido en su necedad de imponer como candidato nuevamente a Miguel Barbosa Huerta.
Ricardo Monreal atendió el reclamo de sus compañeros, entre los que se encuentran varios candidatos que son casi naturales para competir por las gubernaturas de sus respectivos estados, y logró una manifestación unánime de los senadores de MORENA para que el candidato en Puebla fuera su compañero Alejandro Armenta Mier.
Los senadores de Morena que tienen aspiraciones a las candidaturas para gobernador en sus estados, vieron en el caso de Puebla que para Yeidckol el ser senador no es mérito suficiente para aspirar a una nominación.
Pero Yeidckol da para más en eso de las señales de tener una grave descoordinación, o falta de comunicación cuando menos, con Andrés Manuel López Obrador a la hora de proceder a seleccionar candidatos a cargos de elección popular.
Por ejemplo en Tamaulipas los dirigentes estatales de MORENA ven con mucha desconfianza a Yeidckol.
Hace pocas semanas que Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente del Senador Ricardo Monreal y su enlace en Tamaulipas, anunció que impugnará la lista de 63 precandidatos a Diputados locales que aprobó Morena, tras cuestionar que se haya excluido a dirigentes del partido y a ciudadanos del proceso de selección.
«(Presentaremos) un recurso de inconformidad para que ganemos jurídicamente esta batalla», indicó.
Rojas por medio de un video que publicó en redes sociales dijo que hoy presentaría el recurso de inconformidad ante la autoridad competente.
«Tienen todo el derecho decenas de dirigentes de Morena, y ciudadanos de inconformarse por estar excluidos de manera extraña, muy sospechosa en esa lista de precandidatos», expresó.
Todo lo expresado por Alejandro Rojas está grabado en un video ha sido reproducido tanto por medios locales como nacionales, como es el caso de Reforma.
Y con el mismo tenor de exclusión que ha manejado Yeidckol las candidaturas de MORENA en Puebla y en Tamaulipas, se encuentran los aspirantes de MORENA a ser candidatos en los estados en los que el presente año tendrán elecciones de desde alcaldes hasta diputados locales.
Clavillazo le hizo un gran daño a José Antonio Meade el tiempo en que se negó a entregar su renuncia como presidente del PRI.
Yeidckol le está ocasionando un daño similar a Morena con sus desconcertados e inconformes militantes en las diversas entidades federativas.
Y el próximo año estarán en juego ONCE GUBERNATURAS.
Las preguntas que flotan en el aire en este contexto son las siguientes:
¿Sabrá López Obrador todo lo que está haciendo Yeidckol con las dirigencias estatales de MORENA?
¿En caso de mantener el apoyo de López Obrador, será capaz Yeidckol de encontrar a los verdaderos candidatos ganadores que necesitará su partido en el complejo año electoral 2020?
Lo que queda claro después de todo lo anterior es que la única candidatura que Yeidckol piensa que tiene segura es la suya como abanderada de Morena a la presidencia de la república en el año 2014.