Una manera de autocuidado es nombrar lo que sentimos: Iveth Luna Flores
María Luisa de Villa | Tito teje con una paciencia y dedicación que pocos tejedores poseen
OAXACA, Oax, 29 de abril de 2019.- La pieza de telar Arrópame del maestro Erasto (Tito) Mendoza Ruiz, representa el acto de arroparse bajo el rebozo de la mujer mexicana, madre, esposa o hermana quien espera paciente el regreso de su hijo, esposo o hermano.
En Arrópame, las imágenes de pies que caminan, aluden al diario caminar del ser humano que desde siempre busca mejorar su condición, como es el caso del caminar de los migrantes que se van dejando atrás familia y cultura con la ilusión de encontrar en otras tierras una mejor vida. Se van esperanzados, inciertos, pero siempre regresan, regresan a sabiendas que los espera el abrigo de los rebozos de sus mujeres.
Maestro tejedor y diseñador del arte textil de Teotitlán del Valle en Oaxaca, lugar mundialmente conocido por sus tapetes, Tito Mendoza es heredero de la tradición ancestral del tejido en telar de pedal, en la que se inició cuando aún era muy pequeño.
Al igual que todos los chicos en su comunidad, Tito empezó haciendo gris como le llama él a aquello que además de ser una forma de aprendizaje, es un castigo que se impone cuando se portan mal, lo cuál consiste en tener que hacer hilo de todos los sobrantes.
Para Tito, el tejer diseños tradicionales y usar la lana teñida con colorantes naturales como único material, fue importante durante su aprendizaje.
Después de pasar por varios talleres, clases de tejido y otras técnicas, su interés cambió y empezó a incluir otros materiales y a tejer sus propios diseños, sin dejar los diseños prehispánicos tradicionales que representan a su cultura e identidad zapoteca.
Tito teje con una paciencia y dedicación que pocos tejedores poseen.
A través de los complejos diseños y los materiales que utiliza, logra la combinación perfecta en la creación de sus magnificas piezas las que son verdaderas obras de arte textil.
Tito visualiza en su imaginación cada tapíz desde un mes antes de empezar a tejerlo, a partir de la idea que nace en su imaginación en dado momento, ya sea al estar caminando o viendo algún libro o simplemente al despertar a un nuevo día bajo el picacho del Cerro Sagrado que identifica el paisaje de su natal “Teoti”, como así suelen nombrarla cariñosamente sus habitantes.
Sin siquiera pensar en las horas de trabajo que implicará la dedicación a su nuevo proyecto, Tito levanta la urdimbre y selecciona los hilos y los colores que va a utilizar.
Nunca teje una sola pieza de principio a fin, siempre hay otra en el telar de al lado para meditar y relajarse cuando algo no funciona bien con el diseño que esta elaborando.
Por ello, siempre termina dos piezas: una especial cuyo proceso es mas elaborado y complejo, y la otra mas sencilla pero no menos fantástica y fina.
Para Tito, es importante que las piezas que salen de su telar, queden en manos de coleccionistas que aprecian su arte, alguien que realmente esté consciente del valor artístico y no solo el valor monetario.
El coleccionista de sus textiles, es una persona sensible y consciente de que en cada pieza, el maestro artesano tejedor ha dejado una parte de su vida, de su creatividad y sensibilidad, su esmero y que se trata de una obra de arte del textil fino, original y pieza única.
* Artista visual, curadora, investigadora en cultura y artes de México | Visual artist, Curator, Research on Mexican Art and Culture | BFA -York University, MFA -UNAM