Prohibir comida chatarra en escuelas, primer gran paso contra la obesidad
David Dorantes | Apuntes
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de junio de 2019.- En tiempos tan competitivos fidelizar al cliente es el gran reto de todo negocio, las gasolineras no son la excepción y menos cuando las marcas internacionales traen tácticas de mercado muy experimentadas a México -con apenas dos años su apertura- algunos empresarios mexicanos no han entendido el por qué renovar sus servicios.
Ante el nuevo escenario tan competitivo, el 15 de noviembre de 2017 tuvo que relanzar la marca de gasolineras tan desgastada de Pemex (Petróleos Mexicanos) para poder tener un factor diferenciador entre 72 marcas de gasolinas que ya existen en México, pese a ello, persiste en la percepción del consumidor malos estigmas que van desde que tiene regular calidad, hasta que no dan litros de litro.
En ese sentido, de las primeras marcas nacionales que se lanzaron fue Rendichicas en 2016, cubriendo principalmente desde Chihuahua hasta Baja California; atacando que está sí es una gasolinera que da litros de litro, incluso hasta la fecha realizan la prueba al momento que lo solicita el consumidor.
Sin embargo, la mala estrategia de elaboración del branding provoca elevar los costos para el inversionista, adicionalmente que el concepto diferenciador original era atender al cliente solo por mujeres y ahora tiene despachadores hombres que te reciben “hola, soy rendichica, será un gusto atenderlo”.
Habrá que recordar que de las 12 mil 247 Estaciones de Servicio que están operando en México, de las cuales 70 por ciento trabaja con la marca PEMEX y el resto por otra de las 69 nuevas marcas (48 son mexicanas), la gran mayoría los propietarios solo tienen una gasolinera, de esos mismos, una porción es el negocio familiar heredado de sus padres.
Esta condición, sumada a la todavía nueva apertura del mercado, provoca arrastrar vicios pasados, ni que decir de lo difícil que les ha resultado sanear sus administraciones ante tanto cambio, incluido los asuntos hacendarios; ahí se les está fugando la ganancia promedio de 12 por ciento por litro vendido de combustible, promediando dos pesos.
Me comentaba una empresaria del centro de Veracruz y otra del bajo mixe de Oaxaca que no tenían servicios adicionales como un OXXO ¿Qué sí era necesario? Mi respuesta fue contundente, sí.
De acuerdo a los estudios realizados por GasGas, 83.5 por ciento de los hombres les importa que la gasolinera tenga tienda, bajando a 70.8 por ciento en la opinión de las mujeres ¡Claro que es necesario!
Solo que habría que ver tan solo un caso de éxito, en las Estaciones de Servicio de Mobil en San Luis Potosí reconocida por la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo Nacional) con el premio Liderazgo Gasolinero, ofrecen un abanico de opciones adicionales a solo despachar gasolinas, por ello está teniendo un agresivo crecimiento con una inversión de 300 millones de dólares para este 2019.
Recomendaría que las gasolineras consideraran como el reto más estratégico fidelizar a sus consumidores, que con las caras largas que caracterizan a los despachadores de la marca PEMEX no van a retener por mucho tiempo a sus clientes.
¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx