Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de junio de 2019.- La aprobación del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, no fue como se esperaba y tal vez ni como lo pretendía el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lamentablemente la primera vez que la Cámara de Diputados aprueba este documento, que presuntamente marcará el rumbo por el que transitará el gobierno federal, para consolidar la Cuarta Transformación, no resultó como se había planeado.
El hecho de que solamente los diputados de Morena y sus aliados incondicionales del PES, PT y PVEM, hayan votado por la aprobación del PND, deja claro que el actual régimen no negocia, ni dentro, ni fuera del poder legislativo.
Por lo menos en la Cámara de Diputados no hay posibilidad de acuerdo, para sacar adelante las iniciativas que le interesan al Ejecutivo Federal.
Lo cierto es que de nada sirve que se haya invertido tanto tiempo, dinero y esfuerzo en la realización de tantos foros, del tan cacareado Parlamento Abierto, si al final se aprobó por mayoría simple, el documento que envió el presidente López Obrador.
La oposición en pleno, integrada por los diputados del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD, votaron en contra y dejaron claro, como lo dijo la diputada ciudadana Julieta Macías, que, ante la ausencia de aspectos mínimos como el establecimiento de metas, no se puede acompañar un Plan mal estructurado. Además, por excluir las observaciones de la sociedad, especialistas y del sector privado realizadas en los foros.
Sostuvo la legisladora que existe una falta de visión integral del Plan, al no incluir mejoras que demandan ámbitos como el medio ambiente para afrontar el cambio climático, ni en materia de derechos humanos para atender la crisis migratoria, un tema casi inexistente en el Plan ante la crisis actual en México.
Llovieron las manifestaciones de inconformidad de la oposición, pero nada cambio la decisión de los Morenos, que aplicaría la aplanadora y hasta festinar la aprobación del PND, argumentando que “es un honor estar con Obrador”.
La de ayer en la Cámara de Diputados, fue una repetición burda de los tiempos del PRI absolutista, en donde lo que enviaba el Ejecutivo se aprobaba a costa de lo que fuera.
Tal vez la única diferencia es que los priístas permitían a la oposición que cambiará algunas cosas al dictamen, quizás no muy importantes, pero los dejaba con buen sabor de boca.
La diputada del PAN, Josefina Salazar sentenció la aprobación con esta frase: El Plan Nacional de Desarrollo es un “manifiesto ideológico” que mucho mira hacia el pasado y muy poco mira hacia el futuro. Por tanto, “no es un Plan, no es Nacional y no promueve el Desarrollo”.
EL PULSO.- El titular del Instituto Nacional de Migración, francisco Garduño Yáñez, dejo plantado a los diputados de la Comisión de Asuntos Migratorios, con quienes tenía programa una reunión para analizar la problemática que se enfrenta en la frontera sur del país.
A modo de explicación se dijo que la visita se pospone porque tanto Garduño Yáñez, como un representante de la Secretaría de Relaciones Exteriores que debía acompañarlo, recibieron una “llamada de emergencia”
Curioso, pero tanto en la Cámara de Diputados, como en la de Senadores, esta abierta la pugna por la presidencia de la mesa Directiva para el segundo año de la Legislatura.
Es que Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres Guadarrama, quieren un año más de gloria. A ver si los dejan Mario Delgado y Ricardo Monreal, que son los principales interesados en cambiar de presidente.