¿A quién corresponde defender?
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de agosto de 2019.- Ya en manos de Alejandro Moreno –su nuevo presidente–, la teoría dice que el PRI tiene todo para derrotar, electoralmente, al gobierno de López Obrador.
Y, ante la realidad anterior, entonces la pregunta siguiente es si el viejo partido tricolor y su nuevo jefe nacional tienen o tendrán las agallas para enfrentar y derrotar, electoralmente, a López Obrador.
¿Pero por qué creemos que el PRI tiene todo para vencer –ante la opinión pública y en las urnas–, al presidente Obrador?
La respuesta es extensa y está a la vista de todos, además de que no la ven sólo aquellos fanáticos que, por propia voluntad, cierran los ojos o no la quieren ver.
El PRI tiene todo para derrotar a Obrador porque el gobierno de Morena es el peor gobierno en la historia moderna; porque es el más violento de la historia; porque ya es el de mayor desempleo en los primeros ocho meses, es el de menor inversión en el arranque de todos los gobiernos modernos, es la gestión más insegura, con más secuestros, más feminicidios; es el gobierno con la menor inversión externa, la mayor incertidumbre para invertir; con la peor educación pública, la peor atención médica y, sobre todo, porque el gobierno de López Obrador es el espejo retrovisor del propio PRI”.
¿Qué significa que el gobierno de Obrador es el espejo retrovisor del viejo PRI?
Que el PRI de hoy, el de Alejandro Moreno, conoce a la perfección a los gobiernos populistas y criminales de Díaz Ordaz, Luis Echeverría y López Portillo –los tres emparentados con el López Obrador–, y por tanto conoce las claves para salir de las crisis políticas, económicas y sociales que provocaron esos gobiernos.
El PRI tiene todo para derrota a Obrador porque la versión moderna del Tricolor construyó –junto con el PAN y el PRD–, los órganos autónomos que hicieron viable la democracia mexicana y los equilibrios de poder que hoy destruyó AMLO; porque en el PRI de Alejandro Moreno está el pensamiento más moderno, más avanzado y los cuadros más preparados que ha tenido el PRI en su historia, lo que contrasta con el espejo retrovisor que es Morena o el “PRIMOR”, cuyos políticos y gobernantes –empezando por el presidente y todo su gabinete–, son la versión más atrasada de la política mexicana.
El PRI tiene todo para derrotar a Morena y a López Obrador porque el viejo partido tricolor ya vivió los estragos de la pérdida del poder, ya sabe lo que son “las extenuantes travesías en el desierto de la oposición” y sabe que al electorado se le gana con resultados, más que con promesas y discursos.
El PRI tiene todo para derrotar a Morena y a Obrador porque los políticos, los técnicos y los estrategas del PRI tienen toda la experiencia y el conocimiento para recuperar la confianza de las inversiones extranjeras en México, para echar a andar el NAIM, para reactivar el campo, para encender el motor de la creación de empleos y para reactivar instituciones clave como las guarderías y las estancias infantiles; para reactivar el seguro popular, rescatar al IMSS, al ISSSTE y los programas de apoyo a la cultura y el arte.
En realidad, a causa de sus torpezas y desaciertos; de sus probadas incapacidades y debido a la ignorancia y analfabetismo de Morena y de sus gobiernos y gobernantes, López Obrador le está entregando el poder y la confianza social de amplios sectores al PRI, al PAN y/o a un partido nuevo y serio como el de Margarita Zavala y Felipe Calderón.
¿Y, por qué Obrador le está entregando el poder y el voto ciudadano a sus opositores?
Porque no pasará mucho tiempo para que el ciudadano común perciba en el bolsillo y en el miedo, los estragos de la inseguridad, la violencia y de una crisis económica que ya empieza a causar bajas en el empleo y el bienestar; porque la caída del sistema electrónico de los bancos, la caída del suministro de energía eléctrica y gas y la falta de otros servicios –como las vacunas–, no tardar en causar pánico, desesperación y hartazgo.
El viejo PRI que hoy es Morena causó las crisis políticas, económicas y sociales que vivimos desde los años 60 y hasta los 80 del siglo.
Y el PRI que salió de esas crisis de hace 30 años es el PRI que hoy encabeza Alejandro Moreno. Y ese PRI tiene todo para sacar del poder a López Obrador.
Sólo falta saber si el PRI de “alito” tiene las agallas para enfrentar al futuro.
Al tiempo.