
Recuerdo de un Cronopio
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de agosto de 2019.- Escribe el escritor guatemalteco-hondureño Augusto Monterroso en su microrrelato “cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, desprovisto su texto de detalles o estructuradas conversaciones, centra el peso en el todavía entre que continúa la amenaza y la resignación que no se irá pronto.
Escrito en 1959 retrata la cruda realidad del actual presidente de México, el Andrés Manuel López Obrador que luchó por dos décadas para llegar a la Presidencia de la República hoy tiene otro rostro, se le ve cansado, desgastado, hasta contrariado con sus mismas palabras, pero sobretodo contrastado con la verdad tras el poder.
En mis diferentes ponencias he expuesto que López Obrador haría un relanzamiento de su gobierno en el segundo año, particularmente después de las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo en 2020; esto tras un análisis que hice del personaje tabasqueño, pero sobretodo de su jefatura en la Ciudad de México, donde llegó con la misma narrativa que ahora empleó para conseguir la Presidencia de la República, pero que justo entre el segundo y tercer año de gobierno hace un golpe de timón dejando atrás su estructura de izquierda para alinearse con los feudos capitalistas.
Arriba a su primer informe de gobierno con una alta aprobación popular consiguiendo 61.8 por ciento, comparativamente se ubicó en la cuarta posición en la revisión del mismo periodo contra el primero Carlos Salinas de Gortari, seguido por Felipe Calderón Hinojosa, y en tercero Vicente Fox Quesada. El análisis realizado por mi estimado Roy Campos con su Consulta Mitosky revela que el Andrés Manuel poderoso ante la opinión pública, ya no lo es tanto, menos sí se pone al crisol de las redes sociales, una amplia diversificación de medios de comunicación tradicionales, sumado a una sociedad infoxicada.
Advertía ante un grupo de empresarios de Nuevo León que la figura de Alfonso Romo, quien tras la salida de Carlos Urzúa concentraría más poder que lo debilitaría. El conflicto originado por Manuel Bartlett desde la Comisión Federal de Electricidad (CFE) puso en vilo no solo los gasoductos, sino hasta la relación con la democráta Nancy Pelosi que impulsaría la aprobación en el Congreso de Estados Unidos para el tratado de libre comercio (T-MEC); tras el manotazo que tuvo que poner sobre la mesa el mismo López Obrador, ya solucionado, en la conferencia de prensa “mañanera” México atestiguó que regresó a la jugada Carlos Slim, por cierto, en la foto destaca la ausencia del regiomontano jefe del Gabinete Presidencial ¿Coincidencia, protocolo o mensaje?
Sí, continúa fuerte Andrés Manuel López Obrador pero la cruda realidad del presidente llega a su primer año con su partido encarnizado por pleitos entre ellos mismos, teniendo sobre la mesa el proyecto de cambio de súper delegados en los estados por falta de operación efectiva, sin el control de seguridad pública que está llegando a niveles críticos, y con una economía estancada que se reflejará a principios de 2020 en la clase media ¿será que adelantará el golpe de timón para relanzar su gobierno?
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