Diferencias entre un estúpido y un idiota
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de octubre de 2019.- La mayor estulticia en la conmemoración del 2 de octubre la expreso el propio presidente López Obrador.
Y es que para justificar la cobardía de Estado frente al vandalismo, en la Ciudad de México, Obrador propuso “vallas humanas”; supuestos voluntarios que fueron obligados a “rechazar la violencia” de los profesionales del caos y la provocación.
Más aún, la mañana del mismo 2 de octubre de 2019, el presidente mexicano confirmó que es el presidente más estulto, menos preparado y el más irresponsable.
¿Por qué?
Porque dijo que “acusaría con sus madres, sus padres y abuelos” a los jóvenes encapuchados que protagonizaran actos vandálicos durante la marcha conmemorativa del 2 de octubre, en lugar de garantizar el respeto a la ley.
Y no, no fue una broma del presidente y menos un chascarrillo para salir del paso. Lo cierto es que López Obrador no alcanza a entender su papel y su responsabilidad como hombre de Estado y menos como jefe y mandatario de las instituciones de una democracia como la mexicana.
Por eso, como era de esperarse, la realidad colocó al presidente en su lugar; lo exhibió no sólo como el presidente más estulto de la historia sino el más irresponsable y el menos capacitado para el desempeño del cargo de presidente.
Y es que la estulticia de obligar a la burocracia capitalina a formar parte de “los cinturones de paz”; de uniformarlos como escuderos de una supuesta “paz oficial”, estuvo muy cerca de la tragedia.
¿Por qué?
Porque ante las arremetidas del vandalismo oficial –radicales con los que juegan los gobiernos federal y de la CDMX–, los burócratas debieron salir corriendo, quitarse apresuradamente el uniforme de “escuderos de paz” y debieron ser rescatados por granaderos que, sin más armas que sus escudos, replegaron a unos radicales que más bien parecieron de utilería.
Al final quedaron al descubierto la estulticia oficial –del presidente y de la jefa de gobierno de la capital–, además del grosero montaje durante la conmemoración del aniversario 51 del mítico 2 de octubre.
Sí, lo que vimos la tarde del 2 de octubre de 2019 fue no sólo la mayor muestra de la estulticia oficial sino uno de los montajes más irresponsables.
¿Lo dudan?
1.- Se pudo probar que los miles de burócratas que formaron los llamados “cinturones de paz”, no eran más que acarreados oficiales, a los que el irresponsable gobierno de la CDMX obligó a acudir y a portar una camiseta que los identificaba como “escuderos de esa paz”.
2.- Se probó que fueron adiestrados para guardar silencio, para no revelar la oficina pública a la que pertenecían y tampoco decir nada sobre la presión laboral a la que fueron sometidos.
3.- Quedó probado que fue una irresponsabilidad llevarlos como escudos humanos, cuando no contaban con la más mínima capacitación para contener a los profesionales del vandalismo.
4.- Existen imágenes que confirman que, por momentos, se pudo producir una tragedia; incluso grupos de granaderos y coordinadores apresuraron a los “escuderos” a quitarse las playeras y a retirarse para no ser atacados por los grupos anarquistas.
5.- Se pudo probar que los grupos anarquistas son parte de un montaje del propio gobierno capitalino. Es decir, que asistimos a una vulgar puesta en escena preparada para hacer creer a los capitalinos que los “escuderos de paz” son capaces de amedrentar al vandalismo.
6.- Y fue tan evidente el montaje que, por ejemplo, las playeras de “Escudos de Paz” estaban preparadas con días de anticipación, a pesar de que apenas el lunes el presidente propuso la peregrina idea de los escudos humanos.
7.- Peor aún, se habla de “Escudos de Paz”, cuando el presidente Obrador declaró que “la guerra ya termino”. ¿De qué paz hablaban los burócratas acarreados, si no hay guerra?
Al final de cuentas, quedo claro que el 2 de octubre fue otro evento histórico manoseado por el gobierno de Obrador para convertirlo en instrumento “engañabobos”, a favor de la propaganda oficial.
Por eso la pregunta.
¿Hasta cuándo, los organizadores del 2 de octubre, dejarán de ser patiño del gobierno en turno?
Al tiempo.