Economía en sentido contrario: Banamex
CIUDAD DE MÉXICO, 13 de noviembre de 2019.- Veinticinco guerras estaban activas en el mundo en 2018, diez reactivadas en este año, sin que la ONU pueda hacer nada. Catorce golpes de estado se han producido en América dentro de la vigencia de ese organismo.
Los que, estos últimos, se le cuentan a la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 1948, cuando fue creada y en algunos de los que ha participado en calidad golpista, como en el reciente caso de Bolivia. Los más recientes son este, de Bolivia, del 10 de noviembre de 2019 contra Evo Morales y el de Honduras el 28 de junio de 2009, contra Manuel Zelaya, ambos presidentes legítimamente electos.
La ONU lleva el camino de la Sociedad de la Naciones, desaparecida en abril de 1946 por ineficiencia. Otros organismos como la OEA pueden seguirle. El caso emblemático de esas guerras es Siria cuyo conflicto es exacerbado por Estados Unidos sin que el Consejo de Seguridad de la ONU pueda hacer nada. Ese país ha perdido a miles en esta guerra y más de 6 millones de sus habitantes lo han abandonado.
En los 14 golpes de estado en América, la ONU solo ha hecho advertencias en algunos casos y lamentaciones cuando han ocurrido. En el caso del golpe dado a Evo el 10 de noviembre ha manifestado su gran preocupación y advertido de actuar “con moderación” término que no tiene una aclaración cabal.
PAGAMOS A ORGANISMOS INTERNACIONALES QUE NOS FALLAN
Tanto a la ONU como a la OEA, los países miembros les pagan una cantidad para su defensa. Deben de cubrir costos los 197 miembros reconocidos de la ONU, aunque a veces algunos acumulen deudas, pero también -cosa insólita-, pagan los países que no son miembros.
El documento de la Asamblea General de ese organismo señala en su artículo 160 las formas de pago de acuerdo a la capacidad de cada país, pero hay un apartado que sorprende: es un pago extra para “preservar la paz”. En el caso de la OEA con 34 miembros, estos deben pagar y en 2017 se elevó la cuota en 3 por ciento para rebasar los 85 millones de dólares que tenía como presupuesto anual. Hubo una gran discusión al respecto ya que hay países que tienen mucha deuda y solo 24 aceptaron el aumento. Singularmente, quien encabezaba la lista de los que aceptaron fue México.
Un país rico como Canadá se negó a avalar el aumento dando a entender que no iba a seguir manteniendo a los países deudores. El que más aporta a ese organismo es Estados Unidos, lo que explicaría el servilismo que le dispensa el secretario general Luis Almagro, al grado de ser el que organiza los golpes en su nombre -lo ha intentado muchas veces en Venezuela-, como el reciente de Bolivia.
LA ONU PUEDE TERMINAR COMO LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES
La Sociedad de las Naciones, también llamada Liga de las Naciones, fue creada a partir del Tratado de Versalles, de junio de 1919 como el primer organismo universal de países -llegó a tener 57 miembros-, pero a los 10 años su gestión se había opacada. Su principal aporte fue a fines de la primera gran guerra.
El surgimiento del fascismo y el repunte con Hitler de los nazis en Alemania, dio al traste con este organismo en cuyo imperio, solo en la Segunda Guerra Mundial, murieron alrededor de 40 millones de personas. Se sostiene que cuando surgió la actual ONU en 1945, todavía con la vigencia de la Liga, en sus documentos se hizo lo posible porque no apareciera ese precedente para borrarla del mapa en plan completo.
Actualmente la ONU navega en esa situación endeble, cuando las guerras -el caso de Siria agredido por Estados Unidos, es infame-, las desavenencias y golpes en el mundo están al día -para muestra está el de Evo el pasado 10 de noviembre – y las amenazas y e injurias del imperio contra países respecto a los cuales, la ONU se queda callada.