El episcopado ante el segundo piso de la 4T
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de diciembre de 2019.- Sólo era cuestión de tiempo.
Y es que entre simpatizantes de las distintas tendencias de la izquierda mexicana resulta, cada vez más cuestionable, que el partido Morena y su dueño se presenten como un partido y un gobierno de izquierda.
Por eso, no fue sorpresa para nadie que, apenas rebasado el primer año de la impostura de izquierda del partido Morena y de su gobierno, el propio Cuauhtémoc Cárdenas decidiera lanzar el grito lapidario: “¡Fuera máscaras!”.
Y es que durante décadas, el más conservador líder social y político mexicano, López Obrador, pregonó por todo el país su pertenencia a una corriente ideológica y política emparentada con la izquierda cuando, en los hechos, AMLO sólo tiene de izquierda una de las dos mitades del cuerpo.
Lo cierto es que López Obrador es, en los hechos y según sus dichos, un político conservador y a veces hasta conservador extremo.
Es decir, la careta de supuesto gobierno de izquierda le fue arrebatada a Morena y a López Obrador por el propio fundador del más influyente partido de izquierda, el aún líder moral de esa izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas.
¿Y por qué es importante que Cárdenas le haya arrebatado a Morena y al gobierno de AMLO la careta de izquierdistas?
La respuesta es fundamental para entender el tamaño de las mentiras, las confusiones e intrigas que, por décadas, esparció por todo le país el líder social, aspirante presidencial y hoy presidente, López Obrador.
¿Y cuales son esas mentiras?
1.- El discurso populista de AMLO se apoyó, desde el inicio de su liderazgo social, en la preocupación por “los pobres” y desposeídos. De ahí nació el eslogan de “primero los pobres”.
2.- La preocupación paternalista de “los pobres” tenía espacio en el PRI, por un lado y en las tendencias y partidos de izquierda, por el otro. Por eso, cuando se produce la formación del PRD, por lideres salidos del PRI, AMLO abandona al partido tricolor y abraza la izquierda, no como pensamiento ideológico, sino como instrumento para acceder al poder.
3.- Un momento clave para entender la definición ideológica se Obrador se produjo cuando fue presidente del PRD, entre 1996 y el año 2000 del siglo pasado. En esa gestión distintos grupos internos intentaron definir al PRD como partido de izquierda, con orientación socialista, pero AMLO se opuso de manera tajante.
4.- Como jefe de gobierno del DF, Obrador convirtió en sus principales aliados al culto católico y a sus jerarcas. Luego, cuando años después creó Morena, desde el mismo nombre del partido pregonó una identidad simbiótica con la derecha mexicana. Y es que Obrador intentó identificar a su partido con la “Morenita de Guadalupe”.
5.- En los documentos básicos de Morena nunca se habla de un partido de izquierda y, en cambio, muchos de sus postulados son copia de la doctrina cristiana, en especial evangélica.
6.- El autoproclamado “humanismo” y “cristianismo” de López Obrador son parte de su discurso cotidiano, sin importar el postulado constitucional de Estado laico. Se trata, como muchos han documentado, de un pensamiento profundamente conservador, que produce aberraciones de la realidad como el “abrazos antes que balazos”
7.- Hoy, en el gobierno de AMLO, el culto religiosa de los evangélicos es uno de los pilares morales del gobierno federal y del propio presidente; de donde salieron ideas como la “Cartilla Moral” y libros como “Hacia una economía moral”.
8.-. Pero acaso la mayor mentira y el espantajo más contradictorio sea el que todos los días lanza López Obrador contra sus críticos, sus adversarios y opositores. Y es que según AMLO, es “conservador” todo aquel que lo cuestiona, lo critica o se opone a sus dislates.
9.- El calificativo “conservador” es, en voz del presidente AMLO, lo mismo un insulto, que un estigma, una supuesta identidad de izquierda y hasta una ratificación de que Obrador, su partido y su movimiento aspiran a ser identificados con la izquierda mexicanas.
10.- Sin embargo, poco a poco le quitan a López Obrador la careta de presidente de izquierda, gobierno de izquierda y a Morena el mote de partido de izquierda. Y es que la realidad, terca como es, retrata todos los días al de López Obrador como un gobierno profundamente de derecha.
Y no sólo Cárdenas le quitó la careta izquierdista a Obrador, sino que el propio ex presidente José Mujica, de Uruguay, y el Nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, calificaron como gobierno impostor de izquierda al de AMLO.
Y ahora el problema es mayor. ¿Por qué?
Porque si AMLO y Morena son la derecha mexicana en el poder, ¿a quien acusará Obrador de estar a su derecha?
Al tiempo.