Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
OAXACA, Oax., 24 de diciembre de 2019.- La pirotecnia, fuegos artificiales, cohetes, chispitas, palomas, o cualquier “entretenimiento” que contenga pólvora, sigue arraigada a la cultura popular pese a que se demuestra una y otra vez los riesgos y efectos negativos en las personas, así como en la fauna y flora de los ecosistemas.
Por ello, algunos operativos como el de este martes, en inmediaciones del Periférico, para tratar de sacar del mercado este tipo de productos.
Cada año, los noticieros, periódicos y las redes sociales dan cuenta de explosiones, muertos, heridos y daños materiales en actividades relacionadas con la pirotecnia.
De acuerdo con datos del gobierno de Oaxaca, durante 2019 se han registrado 3 muertos y 175 heridos por quemaduras, la mayoría de los casos relacionados con la elaboración y uso de los fuegos artificiales.
En Oaxaca, las tradicionales calendas, llenas de color y música, siempre van acompañadas de pirotecnia que se cobra su cuota de manera regular.
El pasado 11 de julio, una calenda de universitarios dejó un saldo de 5 personas heridas con quemaduras de tercer grado por el fuego de los cohetones, a la altura de la Iglesia de la Sangre de Cristo.
Sin embargo, eso no cambió en lo absoluto las costumbres en las calendas, ya que los fuegos artificiales se siguen utilizando indiscriminadamente.
La mayoría de quienes usan estos fuegos artificiales se escudan en la tradición y creen que los accidentes ocurren por la falta de pericia en la manipulación de los cohetes.
¿Pero qué ocurre en casos como el de la explosión del polvorín en Santiago Apostol, Ocotlán, el pasado 6 de agosto? Allí, una persona murió y dos resultaron heridas al explotar un domicilio donde se elaboraban fuegos artificiales, siguiendo la “tradición” y con años de experiencia.
Una tradición arcaica
El uso de los fuegos artificiales nació en China, junto con la invención de la pólvora y de las armas con explosivos. No es difícil suponer que algo ideado como un arma nunca se convertiría en una distracción inofensiva.
La fórmula de este material inflamable fue llevada a Europa por los árabes durante su gran expansión por el norte de África y España. Los árabes irrumpieron en las defensas de ciudades amuralladas con las primeras armas de fuego y posteriormente los europeos lo trajeron a América, donde se popularizó su uso, principalmente en Latinoamérica.
Y en México se usan para absolutamente todas las celebraciones: fiestas patronales, religiosas, cumpleaños, bautizos, bodas, conciertos, Navidad, Año Nuevo y un largo etcétera. Cualquier pretexto es bueno para usarlos sin considerar la contaminación auditiva ni ambiental.
Y es que cada fuego artificial está hechos de diferentes compuestos sumamente contaminantes como el perclorato de sodio, cobre, estroncio litio, antimonio magnesio, aluminio y otros metales pesados, que al momento de detonar libera monóxido de carbono y otro tipo de partículas suspendidas.
Eso sin contar el pavor que provocan a los animales que están cerca, sobre todos los perros, con excepción de Mazapán, el perrito oaxaqueño que demostró ser un animal único, incluyendo su aceptación o hasta gusto por los fuegos artificiales de las calendas donde bailaba.
Una lenta concientización
Poco a poco, algunas personas optan por dejar de lado la pirotecnia en sus fiestas, sin que eso signifique que la gran mayoría haga algún cambio en beneficio del ambiente.
Pero así como algunos gobiernos han avanzado en el desarrollo social con la prohibición de prácticas que antiguamente eran consideradas tradición y ahora son vistas como una aberración, poco a poco está iniciando un cambio social.
La transición no es fácil, sobre todo en estas fechas de fin de año cuando el uso de la pirotecnia está muy extendido y hay gente que se rehúsa a dejar de usarla y de lucrar con ella, pese a estar prohibido en la ley.
Este martes, el operativo para desmantelar los puestos ambulantes de pirotecnia frente al Mercado de Abasto aseguró más de 50 kilogramos de explosivos.
En total, por los tres operativos que ha realizado el Ayuntamiento de Oaxaca con la Sedena, han sido asegurados casi media tonelada de pirotecnia.
Esta tarde accionaron en el Periférico y Galeana, encontrando resistencia por parte de los expendedores.