Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de enero de 2020.- Cuando el mundo anuncia el 2020 como el año del gran sordo alemán Ludwig Van Beethoven y millones se aprestan a rendir homenaje a uno de los grandes genios de la humanidad, empiezan a soplar vientos de fronda. Un enfermo de sordera ficticia como Donald Trump presidente de Estados Unidos, propicia una guerra absurda al asesinar al líder iraní Qasem Soleimani. Loco, torpe, el empresario gringo distrae de un juicio que lo señala como el peor presidente -entre otros-, que ha tenido el país del norte y que aprovecha, como si la humanidad fuera un juguete, una situación bélica para buscar votos para su reelección. La tranquilidad se ha evaporado en estos primeros días del año. Grandes contingentes se mueven en contrario: mayorías de Estados Unidos que exigen no llegar a la guerra y mayorías iraníes que exigen venganza por la muerte de su líder. Ambas situaciones son comprensibles, si bien la primera es la más sensata y urgente. Es necesario mantener la paz.
Los bloques se expresan: China llama a la calma, Rusia anuncia tensiones, la UE en alerta. Israel, agazapado
Las grandes potencias han expresado sus lógicas posiciones. Rusia advierte del aumento de tensiones en la zona y China que mantiene relaciones con Irak e Irán, coincide con el Reino Unido en llamar a la calma. El patito feo ante tantos enemigos que se ha creado por su alianza con Estados Unidos, es Israel cuyo gobierno está agazapado esperando un ataque. El resto del mundo está en silencio impresionado y los expertos en medio oriente dan dato por dato los antecedentes de un conflicto entre Estados Unidos e Irán que se ha ido profundizando y que desde octubre pasado respira guerra. La otra muerte significativa de parte de los norteamericanos, que levanta las armas en Irak, es la del líder del organismo Movilización Popular Ab Mahdi, que involucra a los dos países vecinos en este conflicto y provoca ataques de Estados Unidos a sitios irakíes y anuncia 52 sitios programados para atacar, si Irán levanta cualquier arma contra el país del norte. El Consejo de Seguridad de la ONU al escribir esto, en gran silencio.
Frente a la miseria guerrera, se eleva el genio de Beethoven
No es posible que un genio que padeció tanto, haya heredado a la humanidad tantas obras. Su muerte es un enigma por el caso raro de su enfermedad, considerada para investigadores modernos, una especie de saturnismo, a partir del plomo del agua de un arroyo al que se le calificaba de aguas milagrosas. Su pelo y parte de su cráneo dan esos datos a los científicos. Datos enciclopédicos señalan que su sordera pudo haber sido influida, incluso, por ese problema, aunque no se asegura. Mítico genio de dos siglos -nació en diciembre de 1770 y murió en marzo de 1827-, parte además de dos grandes corrientes musicales, el clasicismo e inicios del romanticismo, se yergue junto a Mozart como los dos grandes talentos que no han sido superados, pese a la grandeza de otros. Destaca su propia grandeza humana , el reconocer a Schubert -uno de mis favoritos-, y considerarlo ya en su lecho de enfermo, como un compositor “con chispa divina”. El conocía de esas chispas, porque las tenía a montones. Compuso sus famosas 9 de sinfonías, 32 sonatas para piano, una ópera, ballet, misas, etcétera. Frente a esta apoteosis de un ser humano uno se sorprende de que haya personajes como Trump, poniendo en peligro a toda la humanidad y las obras geniales que ha creado. Obras como las del alemán que la UNESCO considera “Herencia espiritual de la humanidad”. El mundo hablará mucho -si no hay guerra-, de este genio durante el año 2020 que se le dedica y sabremos muchas cosas más. Quizá llegaremos a saber quien fue su “Amada inmortal” a la que menciona en una de sus últimas cartas. Aquí, en momentos de tensión mundial, uno de los versos pacifistas del coro de la Novena Sinfonía:
Sean abrazaos millones
¡Esté bien el mundo entero!
Hermanos sobre la bóveda estrellada,
debe habitar un padre amante.