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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 23 de enero de 2020.- La noticia más reciente sobre él es tenebrosa, trágica, de desenlaces inciertos a más de 24 horas de no verle; pero en 1992, Aurelio Gancedo Rodríguez -quien entonces era un niño de 12 años- dejó escapar su sueño con todo el candor del mundo ante el mismísimo Gobernador de San Luis Potosí, Gonzalo Martínez Corbalá, mientras le estrechaba la mano en un evento público.
“Tú ¿qué quieres ser de grande?”, preguntó el mandatario potosino al pequeño de tez apiñonada que lo apretujaba, la respuesta fue inmediata: “Quiero ser gobernador como usted”, y acto seguido enfiló el camino, siempre se paseaba con vestimenta impecable y su habitual corbata de moño, atada a perfección.
Entonces el niño curioso se volvió noticia en los cafés, Aurelio ganó simpatías y destacó por su ansia, y aunque trazó el camino, no llegó a la culminación que anhelaba; a varias décadas de distancia, su paradero es incierto, pero no la trayectoria que ha logrado dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que fue presidente estatal.
De lo menos que puede ponderarse sobre su desempeño en el servicio público en el país, es que fue director general adjunto de Coordinación Operativa durante un año y director general de Control y Registro de Aseguramientos Ministeriales en el sexenio del también priísta, Enrique Peña Nieto.
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