Diferencias entre un estúpido y un idiota
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de mayo de 2020.- Es muy temprano para calificar en su totalidad el fenómeno que estamos viviendo, pues por ejemplo, en el caso de México todavía está en su fase de desarrollo y muy probablemente apenas empecemos a vivir la parte de más contagios y lamentables fallecimientos por el Covid 19.
Sin embargo, sí podemos hacer ciertos apuntes sobre las labores en el área de comunicación que se están realizando, partiendo del hecho de que una estrategia de comunicación en situación de crisis como la que estamos viviendo funciona mejor si se le imprime un toque de humanidad.
A veces a los gobiernos se les olvida comunicar con emociones, y la comunicación de crisis que se basa solamente en informar las cifras acaba por volverse repetitiva, aburrida y triste.
Bien lo dice la escritora Maya Angelou: “Las personas olvidarán lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir.”
De la estrategia de comunicación del caso mexicano rescato:
Un buen vocero en la persona del Dr. Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud federal. Un perfil por cierto que en sí mismo conlleva todo lo que ha rechazado el presidente Andrés Manuel López Obrador durante años en sus discursos (egresado de escuela extranjera, sabe al menos otro idioma, funcionario de sexenios neolibrales).
Buenos backers sobre todo la jefa de enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social, Fabiana Zepeda, quien le dio un impulso cuando más se necesitaba.
Piezas atractivas como “Susana Distancia”, una caricatura que no necesita traducción para entender el poder que tenemos si guardamos distancia y nos quedamos en casa.
Así como critico:
Que por momentos parecía que la estrategia era la caricatura (que no de caricatura) por el personaje Susana Distancia, y que de allí partía el resto.
Que al vocero lo posicionaron como algo más que vocero, y de pronto ya aparecía más en las portadas de las revistas del corazón (otra punta de lanza que siempre criticaron en al 4T y ahora parece ser aspiracional, recordemos el caso César Yáñez).
Que no generaron empatía y confianza del todo con las cifras sobre todo cuando explicaron el modelo centinela, fórmula estadística que opera en medida de porcentajes.
Sumado a que en todo el mundo se hablaba de hacer test y en México se decía que no era necesario.
Aunado a ello hay que subrayar el tema de las diferencias del gobierno de México con los gobernantes, donde algunos de ellos comenzaron antes sus acciones preventivas porque conocen sus alcances y limitaciones, así como también los de la federación.
En suma esta crisis de salud ha desatado otras crisis: de credibilidad, de economía, de desigualdades, de desesperación, de falta de opciones a futuro. Siempre es bueno recordar que no nada más de rating vive el gobierno, así como no nada más de aplausos vive el artista.
@rvargaspasaye