Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de mayo de 2020.- Aquí lo dijimos el 10 de mayo de 2018, a dos meses de la elección presidencial que llevó al poder a López Obrador.
En el Itinerario Política de esa fecha, despedida de Milenio –titulado ¡Gracias!–, dijimos que, en el partido de Andrés Manuel López Obrador, entre medios y periodistas vinculados a su causa, habrá fiesta por la persecución fascista contra Ricardo Alemán, uno de los mayores críticos de Obrador.
Y concluimos así: “¡Que siga la fiesta, total, los carniceros de hoy serán las reses de mañana!”. “Al tiempo”.
Y, en efecto, implacable, el tiempo nos dio la razón.
Hoy son tendencia los gritos de los carniceros de ayer, cuando van al matadero de la persecución mediática, orquestada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Lo simpático, sin embargo, es que las matonas redes que ayer usaron Andrés Manuel López Obrador y su claque para linchar a Ricardo Alemán –en la persecución más demencial contra un periodista mexicano–, hoy se han vuelto contra el propio Obrador –convertido en presidente–, y contra sus aplaudidores de ayer.
Así, el primero en lloriquear por la rudeza de las redes, supuestamente lanzadas en su contra, fue el propio Obrador, quien antes de llegar al poder y en los primeros meses de la luna de miel no se cansaba en elogiar a las benditas redes.
Pero las redes pasaron de benditas, a malditas, ya que, al cumplir 18 meses de gobierno, López lloriqueó de un linchamiento mediático, local e internacional, supuestamente aceitado por las mismas redes sociales.
Luego, la matona persecución en redes alcanzó a santones de Morena, a reputados aplaudidores a sueldo y, sobre todo, a no pocos intelectuales y opinantes que se vendieron por un plato de lentejas.
Las jaurías babeantes de las redes alcanzaron y ridiculizaron a Obrador y a sus cercanos; a Juanito Ackerman, a Irma Eréndira Sandoval, Epigmenio Ibarra, Jenaro Villamil, Carmen Aristegui y… casi todas las mujeres y los hombres del presidente y sus periodistas e intelectuales orgánicos.
Y todos ellos, desde el presidente hasta el más hereje de sus seguidores, hoy lloriquean por la maldad de las redes; engendro que le permitió a Obrador llegar al poder y que hoy, paradójicamente, puede ser su tumba.
Y es que la realidad y el tiempo no perdonan.
Por eso recordamos algunas líneas del Itinerario Político de aquel 10 de mayo de 2018, cuando nos despedimos de Milenio. Así lo dijimos.
“Detrás del linchamiento contra Ricardo Alemán está la mano de Morena –lo hemos probado–; el partido más interesado en callar nuestra voz y la de todos aquellos que han advertido sobre el peligro que significa para la democracia la eventual llegada al poder de López Obrador.
“Lo preocupante del caso es que los incitadores del linchamiento en mi contra son los mismos que se dicen de izquierda; aquellos que, en los años 60, 70 y 80 cuestionaban –por ejemplo–, el golpe a Excélsior, a El Día; los que gritaban contra la prensa vendida; los que acusaban a los gobiernos de Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo, de represores, censores y violadores de la libertad de expresión; que exigían el derecho a disentir y criticar.
“Y es que aquellos que lincharon a Ricardo Alemán, que pidieron su cabeza en la plaza pública, que a tuitazos exigieron su despido de Televisa, de Canal 11 y de Milenio, son los modernos Torquemada, los nuevos Díaz Ordaz, la versión moderna de Luis Echeverría…
“En el fondo, los que lincharon a Ricardo Alemán les avisan a todos los mexicanos lo que será el trato con los críticos, en un gobierno de Morena; el que se atreva a disentir será linchado. Por eso, desde hoy, muchos ya les temen.
“Pero hoy pueden presionar para que Ricardo Alemán sea despedido de todos los medios posibles, pero, en el fondo, van contra libertades fundamentales de todos los ciudadanos; van contra la libertad de expresión.
“No callan a Ricardo Alemán –al que no callarán–; cancelan las libertades y la democracia mexicana toda.
Y si hoy nos difamaron y calumniaron, si fueron capaces de un montaje monstruoso como el que hizo recular a Televisa y puso en peligro la marcha de Milenio –por las presiones de dentro y fuera–, mañana será cualquier otro crítico de Morena y pasado mañana será tal o cual medio, empresa o institución mediática. Las experiencias cubana y venezolana, entre otras, nada han enseñado.
“Hoy habrá fiesta en Morena, festejarán que Ricardo Alemán pierde otro espacio gracias a su exitoso linchamiento, gracias a que desde el alba empezó la persecución de los críticos y la aniquilación de la crítica en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Y habrá fiesta en redacciones y entre colegas que brindarán por la victoria del odio y la intriga, en los polarizados tiempos electorales.
“¡Qué siga la fiesta…! ¡Total, los carniceros de hoy serán las reses de mañana!
“Al Tiempo”. Fin de la cita.
¿Teníamos o no razón? Hoy lloriquean los carniceros de ayer, convertidos en las reses que van al matadero, por atreverse a pensar, a disentir, a cuestionar al nuevo rey, a López Obrador.
Al tiempo.