Dante Delgado está libre de cáncer, fue extirpado en agosto
MORELIA, Mich., 28 de mayo de 2020.- Despedirnos de un familiar por Covid 19 es terrible, pero perder a un médico o a un enfermero es quizá más trágico pues ello pone en riesgo a cientos de pacientes que dependen del cuidado de estos profesionales; por ello, cuando nos vimos en la posibilidad de apoyar, en el Laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva y Digital (MADiT) decidimos que —para lograr mayores impactos y salvar aún más vidas—, lo mejor era proteger al personal sanitario de eventuales contagios, explica Leopoldo Ruiz, coordinador de este espacio.
Con estas palabras, el investigador alude a la máscara-careta que no sólo crearon ahí; sino que manufacturaron y donaron a hospitales de la Ciudad de México y Monterrey, y también a los planos e instrucciones que subieron a la red para cualquiera pudiera hacerse una, ya que una de las ventajas de su diseño es la de ser escalable (es decir, lo mismo puede armarse en casa que producirse en serie).
“Muchos han descargado la información —sobre todo en estados del norte— y calculamos que ya hay 50 mil de estos dispositivos circulando por el país (tan sólo nosotros donamos 14 mil). Nos siguen llegando solicitudes, y todo empezó como una petición por parte de un grupo de médicos que querían seguir adelante con su trabajo, y que necesitaban hacerlo en las condiciones más seguras posibles”.
Y todo empezó cuando el Hospital General Dr. Manuel Gea González se puso en contacto con el MADiT —“lo cual no es inusual, pues las colaboraciones con esa institución vienen de tiempo atrás”— para pedirle asesoría. Ello los llevó a integrar un equipo de ingenieros y médicos que, al laborar hombro con hombro, terminaron por diseñar una careta-máscara que corregía muchas fallas observadas en productos similares que empezaban a usarse en los centros de salud.
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