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OAXACA, Oax. 18 de julio de 2020.- La Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), transmitirá este sábado a las 20:00 horas, el cortometraje “El Silencio perenne de los muros” de Juan Pablo Villalobos Díaz, el cual forma parte de los proyectos finalistas de la convocatoria CurArte.
En un comunicado se informó que este material audiovisual que será transmitido en la pagina de Facebook: https://www.facebook.com/seculta/ pretende hacer un pequeño homenaje al patrimonio arquitectónico de la ciudad de Tehuantepec que fue dañado por el terremoto del 7 de septiembre de 2017, dándole un valor personal, cultural e histórico a través de las voces de quienes habitan.
El Silencio perenne de los muros muestra los recuerdos de una casa en Tehuantepec que serán narrados en voz de quienes la habitaron y la habitan en los últimos 60 años. Tras el paso devastador del terremoto del 7 de septiembre de 2017, esta casa como muchas otras de la ciudad, estuvieron a punto de perderse y llevarse consigo la piel tangible del pueblo, el espacio íntimo de sus hijos y la manera de vivir entre los muros altos.
El protagonista de esta historia, es un inmueble ubicado en el barrio de San Sebastián, de tejas rojas, anchos muros y paredes de adobe de más de siete metros de altura; por sus corredores y cuartos han vivido tres generaciones de la familia Díaz desde que la compraron en la época de la revolución hasta hoy. Mucho antes, la casa ya existía y perteneció a familias que hoy se desconocen, pero que dejaron algunos rastros de su vida, como la virgen de la soledad que fue vendida con todo y casa.
El cortometraje documental El Silencio perenne de los muros da forma a la historia de este inmueble con más de 150 años. Las personas que la habitan cuentan con detalle sus anécdotas, describen los rincones y los espacios, los salones y cuartos que antes fueron otra cosa y los personajes que la visitaron como Porfirio Díaz o Juana Cata.
El video finalista de la convocatoria CurArte, es un homenaje íntimo y sencillo a las casas que estuvieron a punto de desaparecer por un terremoto pero que por fortuna quedaron de pie para ser habitadas un poco más de tiempo. Las casas de Tehuantepec son personajes vivos, pero mudos ante las épocas que sólo pueden hablar cuando les prestan voz a las personas que las habitan.