Una manera de autocuidado es nombrar lo que sentimos: Iveth Luna Flores
OAXACA, Oax. 25 de julio de 2020.- Diez mil años de historia oaxaqueña se concentran en los gruesos muros de una de las edificaciones más imponentes de todo México, el Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, de esta ciudad.
Este espacio reabrió sus puertas el 24 de julio de 1998, convertido en la sede del Museo de las Culturas de Oaxaca, el cual ha sido fundamental en la revaloración de la identidad de sus pueblos pasados y presentes se informó en un comunicado.
En el marco de su 22 aniversario, y no obstante su cierre temporal debido a la contingencia sanitaria por la Covid 19, el recinto aguarda con ánimos renovados a sus fieles visitantes y continúa sus planes de renovación, afirma José Luis Noria Sánchez, director de este museo adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Hace poco más de un año, la Sala 3 dedicada a los Tesoros de la Tumba 7 de Monte Albán abrió bajo una nueva denominación: El lugar de los ancestros. Ta’ta ñuu ana’a, resultado de la renovación de su guion museográfico, el cual incorporó las más recientes interpretaciones científicas sobre el sepulcro y las ofrendas mixtecas depositadas en su interior; tecnologías expositivas de última generación y, sobre todo, un gran trabajo de conservación del conjunto de piezas.
“Al parecer, los mixtecos del periodo Posclásico eligieron este recinto como un santuario subterráneo para el culto a los antepasados. Se consideró un sitio digno y propicio para el depósito de bultos sagrados, envoltorios de manta que agrupaban reliquias de ancestros con efigies de deidades y objetos de gran valor, símbolos de linaje con los que viajaban los mixtecos”, explica el antropólogo.
En el marco de la campaña Contigo en la Distancia, impulsada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, y en con el afán de mostrar la conexión de las antiguas civilizaciones con sus herederas, el titular del Museo de las Culturas de Oaxaca dio a conocer que se planea la renovación de las salas contemporáneas 12 y 13, nombradas La vida comunal indígena y Rehaciendo el círculo.
“Oaxaca es un estado pluricultural donde coexisten 16 grupos etnolingüísticos y dos grupos étnicos, y también es el más biodiverso del país, pues tiene los gradientes altitudinales que permiten contar con paisajes ecológicos muy distintos, desde bosques nublados hasta selva baja caducifolia, con vegetación sin follaje; manglares y costas.
“Estos elementos los vamos a manejar para que se expresen en ambas salas, a lo que sumaríamos el contexto etnográfico actual, la realidad que viven los pueblos de Oaxaca y que comprende aspectos tales como la veneración a imágenes marianas como las vírgenes de la Soledad y la de Juquila; o la migración, por ejemplo, de mixtecos a Baja California y a los estados norteamericanos de California, Florida y Texas. Hablamos de un fenómeno sociocultural, pero también económico de la mayor trascendencia, por la cantidad de remesas que aportan a las comunidades serranas.
“No se trata de hacer un museo etnográfico”, insiste José Luis Noria, pero sí de proporcionar a los públicos información que brinde un panorama de la actualidad oaxaqueña.
Otra de las prioridades, añadió, es la revisión del Depósito de Colecciones, “donde tenemos una importante cantidad de piezas que queremos utilizar para el montaje de exposiciones temporales, a fin de reencontrarnos con el propio acervo del Museo de las Culturas de Oaxaca”. Esta idea ya se materializó en la muestra Heterofonías del pasado en la colección de Samuel Martí, la cual reúne 34 objetos musicales procedentes de distintas regiones y culturas de Mesoamérica.
Además de esta exhibición –una vez que lo anuncien las autoridades de salud y bajo nuevas normas de acceso–, los visitantes podrán admirar todavía la muestra La máscara de Calakmul. Universo de jade, así como otra dedicada a las bóvedas de cantería que engalanan ex conventos como los de Yanhuitlán y Teposcolula, en la región Mixteca, y cuya inauguración se pospuso por la pandemia.
Con estas acciones, a las que se pretende dar continuidad en otras áreas de exposición permanente, se garantiza el buen estado del Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, el cual, cabe recordar, fue motivo de intensos trabajos de restauración entre 1994 y 1998, bajo la dirección del arquitecto Juan Urquiaga.