Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
● Se acaba el dinero y sigue el saqueo de lo que se pueda. El crimen organizado imparable en nuevas entidades como San Luis Potosí, gobernado por un incompetente entregado a AMLO pensando en la impunidad.
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de octubre de 2020.- Gracias al ‘gobierno que está al servicio del pueblo’ la población más pobre y sin seguridad social que tengan una enfermedad costosa quedará totalmente desamparada por la iniciativa de reforma al Fondo de Salud, propuesta por el coordinador de Morena en San Lázaro, Mario Delgado Carrillo.
A 20 meses de la presunta transformación no hay dinero que aguante el saqueo sistemático del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a fondos de asistencia y fideicomisos, entre ellos recursos para las víctimas, niños con cáncer, guarderías, educación y muchas más.
Esta tarde, el diputado Delgado Carrillo, un tipo ataviado con ropajes de izquierda como último atuendo que le fue asignado, va por saquear 101 mil millones de pesos del Fondo de Salud, después de la virulenta sesión del martes en la Cámara de Diputados.
Contra la catequesis de izquierda, el fondo que será vaciado tenía como destino la asistencia de enfermedades costosas para la población sin seguridad social, con el objetivo de que esos 101 mil millones se vayan al costal sin fondo de Hugo López-Gatell, operador de la pandemia.
Cuanta razón tenían los gobernadores de la Alianza Federalista que pidieron la destitución del subsecretario de Salud, acuñador de una frase que quedará para la posteridad: “Quiero dejarlo muy claro, las personas que fallecieron, fallecieron”.
Los posizquierdistas o izquierdistas de posverdad sienten que están abriendo rutas al paraíso del proletariado profetizado por Karl Marx. En los hechos es todo lo contrario, están más cercanos a la ruta de la catástrofe venezolana iniciada por Hugo Chávez y la cubana de Fidel Castro Ruz.
Repito, si 20 meses no bastaron a la administración de López Obrador para depurar fideicomisos y fondos, la opción de desaparecerlos, entre ellos el del Fondo para Desastres Naturales (Fonden) en el ‘ojo’ de la temporada de huracanes, es una prueba de ineptitud irrefutable.
Bajo estas premisas y cuando no hay argumentos sólidos, solo queda la respuesta soberbia y el enfrentamiento de legisladores de Morena y sus aliados, igual que funcionarios del gobierno de la 4T.
Tatiana Clouthier Carrillo dio esa muestra de soberbia en la respuesta a un triatleta sobreviviente del cáncer. La hija del Maquío respondió en Twitter a José Agustín Diez: “Parece que aprendiste poco de tu cáncer. Por lo menos no decir tantas imprecisiones y adaptar las cosas a lo que crees que es. Puedo puntualizar tus verdades a medias desde ayer”.
Después se disculpó Tatiana en un videomensaje al revelar su experiencia con la enfermedad que sufrió su esposo y Leticia Carrillo, su madre.
Los mandamientos transformadores de Andrés Manuel, a pesar de los magros resultados y de alentar los contratos por asignación directa, un camino de segura corrupción, es la justificación para todo tipo de atrocidades y fallas conceptuales.
Por ejemplo, en la mañanera de hoy el presidente aceptó la ola incontrolable del crimen organizado con una frase esclarecedora: “En los últimos días ha habido muchos asesinatos” (https://youtu.be/_g5x8YebvOo).
Antier se rebasaron las 100 muertes dolosas en un solo día. Entidades como Chiapas aparecen en el mapa criminal como debutante. El presidente puso especial énfasis en San Luis Potosí con la frase: “San Luis no estaba así”. Reconocer que el lunes 13 cuerpos masacrados, mutilados y ejecutados fueron encontrados en el estado gobernado por Juan Manuel Carreras.
En Guanajuato es una tendencia de muchos meses, inclusive años, pero en entidades como SLP están a tiempo para revertir y bajar los índices delictivos, pero es necesaria la conducción adecuada de un perfil profesional capaz de controlar al crimen organizado y regresar la tranquilidad al estado gobernado por un gobernador gris, totalmente entregado a López Obrador pensando que saldrá impune y con los bolsillos atiborrados.
La contracorriente parece el caudal que nos arrastra en un proyecto ideológico anacrónico al que no le importan ni los más jodidos, esos que fueron funcionales para llegar al poder.