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OAXACA, Oax., 26 de octubre de 2020.- La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) confirmó este lunes la presencia de agua en la luna, lo que definirá las futuras misiones tripuladas.
De acuerdo con National Geographic, los científicos han descubierto que, además de los cráteres grandes fríos y profundos de las regiones polares de la Luna, donde la misión Lunar Prospect encontró agua a finales de la década de 1990, existen depresiones más pequeñas y menos profundas en las mismas regiones polares que podrían ser lo suficientemente frías como para retener hielo durante miles o millones de años.
Los expertos de la NASA analizaron los datos obtenidos por el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés), un telescopio reflector de 2,5 metros de diámetro instalado en en un avión Boeing 747SP modificado para escudriñar el espacio desde la estratosfera de la Tierra.
SOFIA captó un tipo de luz infrarroja en una longitud de onda tal que solo puede emitir el agua, explicaron los responsables del trabajo, publicado en la revista Nature Astronomy.
Los hallazgos de SOFIA concuerdan con las conclusiones de otro estudio, publicado en la misma revista científica, en el que un equipo de investigadores ha encontrado lo que denominan «trampas frías», unos pequeños parches localizados en las regiones de sombras permanentes de la Luna donde las temperaturas podrían alcanzar los 163 grados bajo cero.
Según los científicos, en estas regiones el agua podría quedar atrapada permanentemente en forma de hielo. Pero lo más sorprendente es que estas zonas ultrafrías podrián acumularse en en unos 40.000 kilómetros cuadrados de la superficie del satélite.
El observatorio ha detectado moléculas de agua en el cráter Clavius, uno de los más grandes visibles desde la Tierra, ubicado en el hemisferio sur de la Luna. Los datos de esta ubicación revelan agua en concentraciones de 100 a 412 partes por millón, aproximadamente equivalente a una botella de agua de unos 35 centilitros, algo más que una lata de refresco, atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar.
A modo de comparación, explican en la agencia espacial, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua que SOFIA detectó en el suelo lunar.
Sin embargo, a pesar de encontrarse en cantidades tan pequeñas, el descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre cómo se crea el agua y cómo esta puede conservarse en la superficie lunar.
Las moléculas de agua detectadas por el observatorio no se encuentran en hielo puro, sino que están contenidas en pequeños depósitos acumulados en la superficie o atrapados en cristales producidos por pequeños impactos de asteroides en el satélite.
Los expertos creen que estas moléculas de agua se formaron debido al impacto de pequeños meteoritos y la posterior reacción química con el hidroxilo.
Queda por determinar si el agua que SOFIA encontró es fácilmente accesible para su uso como recurso. Los resultados son el producto de años de investigaciones encaminadas a desvelar la presencia de agua en el satélite, un descubrimiento que podría allanar el camino al envío de futuras misiones tripuladas al satélite, previstas para mediados de esta década en el marco del programa Artemisa.
Fuente:
National Geographic
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/nasa-confirma-que-luna-hay-mas-agua-que-se-creia_16044